Es importante no perder de vista que el estado de Puebla se encuentra en una etapa natural de cambios, y es el momento de prestar mucha atención para que los movimientos, ajustes y transformaciones se efectúen con precisión, sin desplazamientos forzados. Con este enfoque, se busca modernizar los sistemas y avanzar en la digitalización de los servicios en cada una de las áreas de la administración pública.
Es necesario combinar experiencia y juventud para abrir un escenario de oportunidades que permita captar a los estudiantes recién egresados de las universidades, y a la vez, valorar la dedicación, experiencia y habilidades de los poblanos que han aportado con su esfuerzo al desarrollo del estado. Aprovechar su talento será clave para impulsar a los jóvenes poblanos y fortalecer el crecimiento.
Los tiempos están cambiando, y se deben atender estos procesos para estar a la altura de las necesidades de la ciudadanía. Resulta fundamental efectuar un análisis detallado del marco normativo para enfrentar los desafíos de modernidad y transparencia. Este nuevo marco busca consolidar una entidad moderna, eficiente y preparada para los retos del estado, mediante ajustes y modificaciones ordenadas.
Un aspecto relevante será el papel preponderante de mujeres y jóvenes, quienes deberán asumir roles importantes en diferentes sectores de la sociedad. En Puebla, la transformación y el cambio no se detienen, y es necesario responder a los nuevos retos demandados por la población, con una mirada hacia el futuro que explore nuevas formas de desarrollo en beneficio de la comunidad.
Impulsar un modelo de desarrollo inclusivo es un reto para la transformación, que debe incluir tecnología, así como la protección de los ecosistemas y el medio ambiente, garantizando un mejor futuro para las próximas generaciones. Este modelo buscará disminuir la desigualdad y fomentar una distribución de la riqueza más equitativa, aprovechando los recursos de manera racional en beneficio de los poblanos.
Este enfoque implica no cerrar las puertas a nadie y convertir el sector empresarial en un espacio de oportunidades para todos, con un sistema diferente a los modelos extractivos y neoliberales que explotan los recursos naturales de forma irracional.
En este proceso de desarrollo, la generación de empleo y la distribución equitativa de la riqueza, la seguridad es crucial para atraer y garantizar inversiones, creando un entorno seguro y próspero como base esencial para todos. Esto incrementa la confianza y propicia la derrama económica en los sectores de servicios.