/ domingo 25 de septiembre de 2022

Salario mínimo vs canasta básica

Las discusiones acerca del salario mínimo, en vigor desde el 1º de enero de 1934, se dan en el seno de la Comisión del Salario Mínimo (SM) cada año. En principio estuvo ligado a la lucha obrera en el mundo, que buscaba establecer las condiciones mínimas para que la clase trabajadora pudiera satisfacer necesidades básicas como alimentación, vestido, vivienda, educación y servicios varios. En 2022 se estableció un aumento del 22% respecto del año anterior, un total mensual de $5,255.00; pero, la Canasta Básica (CB) ha aumentado prácticamente sin control mes a mes, lo que nos lleva a costos sobregirados con un salario mínimo paralizado.

El pasado 14 de septiembre, en la ciudad de Guadalajara se llevó a cabo una reunión de los líderes sindicales de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y otros más, incluidos los universitarios y el de telefonistas, con la finalidad de “proponer que el SM quede en 14 mil pesos mensuales, una semana laboral de máximo 40 horas y aguinaldo equivalente a 30 días de salario”. Además, discutieron que las prestaciones de los trabajadores se deduzcan 100% del Impuesto Sobre la Renta y que las pensiones se paguen en salarios mínimos (no en Unidad de Medida y Actualización, UMAS), ampliar el periodo vacacional a 15 días desde el primer año de servicio.

A este encuentro lo llamaron Unidad y Fortalecimiento del Sindicalismo Mexicano, en un entorno poco favorecedor para los trabajadores que representan, debido a que la CB ha incrementado casi 25% y la inflación está por arriba del 8%. De hecho, no se habían organizado de esta forma para proponer una agenda común, ahora que pronto se estará discutiendo el tema del incremento al Salario Mínimo en el país.

Así que, el movimiento sindical mexicano, hasta donde recordamos politizado y partidizado desde el Partido Revolucionario Institucional, tiene a bien lanzar una propuesta que bien podría considerarse realista, aunque la pregunta obligada vendrá de los contratantes ¿de dónde? De hecho, el Directorio de empresas y establecimientos (INEGI) para 2022 señala 20 sectores económicos, el que concentra la mayor parte de actividad son comercios al por menor 2,236,177, otros servicios 816,856 y manufactureras 608,256. Esto entonces lleva a preguntar ¿a cuántos trabajadores representan los sindicatos? Porque en una micro y mediana empresa regularmente están compuestas de familiares.

De cualquier forma, si bien es cierto que el salario mínimo en México en realidad no cubre el bienestar de una familia, hay programas de apoyos económicos, dinero que llega a las personas adultas mayores, madres solteras, niños y jóvenes estudiantes, etc. Lo preocupante es que el mercado cobra, no es un mito la mano invisible de la que habló el liberalismo económico del siglo XVIII. Claro, el Estado debe intervenir para poner límites y controlar abusos e incluso dar esos apoyos, pero no es eterna la bolsa pública; es más, las arcas se llenan con los impuestos que pagamos, así que el trabajo de un gobierno es incentivar a pagar impuestos, a cambio de buenos servicios públicos: eficientes, eficaces, transparentes y económicos, siempre hacia el desarrollo humano.

No es cosa fácil administrar los recursos públicos, tampoco se puede controlar al mercado porque sí. Así que estaremos presenciando los debates de cuánto y por qué incrementar el SM, aunque la CB siga sujeta a las condiciones del mercado, y siga incrementando el saldo de los más de 49 millones de trabajadores en condición pobreza laboral, los que no pueden comprar la canasta básica y pagar servicio de gas, renta, luz, servicios médicos, entre otros, y sin una real representación sindical.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías (2022-2024) Mail: margarita_arguelles@hotmail.com