La llegada de una nueva autoridad supone un bono de esperanza sobre la resolución de los problemas que aquejan a los gobernados.
Ideas nuevas, proyectos rimbombantes y el compromiso discursivo de que estarán a la altura de las exigencias ciudadanas serán parte de la cascada de mensajes que a partir de este martes suelten los que serán presidentes municipales de los 215 ayuntamientos que renuevan autoridad.
Para el caso de la capital poblana, el de la seguridad no puede ser un discurso aislado y es obligado para José Chedrahui Budib fijar un posicionamiento claro sobre su estrategia para abatir los índices delictivos y, sobre todo, la percepción frente a la brutalidad con la que los delincuentes se disputan territorio.
Hasta este lunes, que el gobierno emanaba del Partido Acción Nacional, la narrativa desde el poder rondaba en que los hechos delictivos ocurrían en un municipio gobernado por la oposición, lo cual salpicaba a los ayuntamientios conurbados de San Andrés y San Pedro Cholula.
Pero a partir de ya, los astros se han alineado para el hoy alcalde, José Chedraui Budib, quien gobernará bajo las siglas de Morena. Los primeros dos meses, de la mano de su amigo, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, también desde una administración de ese partido y luego acompañado de Alejandro Armenta Mier.
Por si fuera poco, los tres niveles de gobierno se empatan sobre el entendimiento estratégico que supondría que también la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, forma parte del partido que fundó el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
A partir de este martes, Fernando Rosales Solís está al mando de la seguridad del municipio más importante del estado y su mero nombramiento civil, escapa de la estrategia impulsada por el gobernador Alejandro Armenta Mier de colocar mandos de la marina en secretarías de 23 municipios.
No obstante, el morenovallista, quien fuera secretario de seguridad durante el efímero gobierno de Martha Erika Alonso Hidalgo, goza del visto bueno del secretario de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch.
Dicho en otras palabras, el gobierno de José Chedraui goza de condiciones inmejorables, al menos en el papel, para diseñar una estrategia de seguridad que ayude a inhibir actos de la delincuencia que aparentan un estado de impunidad.
El argumento de que la oposición gobierna ya no es válido y hoy en día que todos los partidos sean del mismo color representa un arma de doble filo.
Unos días, semanas o meses pudiera funcionar el argumento de que la pasada administración, la que concluyó Adán Domínguez Sánchez, entregó malos resultados y finanzas deficientes, que hicieran complejo el arranque del nuevo ayuntamiento, pero lo cierto es que tarde o temprano, la responsabilidad de la seguridad recaerá en las nuevas autoridades.
Ojalá, por el bien de los poblanos, a partir de hoy se generen las condiciones para que la policía sea más efectiva, que focalice sus estrategias en cuadrantes de mayor criminalidad y que el tramo de impunidad que corresponde al ayuntamiento entrante se erradique.
Porque urge frenar el cáncer delincuencial, que se propaga en Puebla capital, su zona conurbada, el estado y el país.
Hasta la próxima.