Si algo marcó el escenario político del país el año pasado, fueron sin duda las marchas realizadas en favor del Instituto Nacional Electoral, que veía amenazada su operatividad e independencia bajo el marco de la reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, mejor conocida como plan b. Con esto no quiero decir que el INE no tenga errores, al contrario es un organismo totalmente perfectible, sin embargo dicha reforma no buscaba atender los problemas de fondo de la institución, sino cooptarla para fines electorales.
Finalmente dicha reforma no se llevaría a cabo, aunque voces al interior del oficialismo sostienen que esta se materializará el próximo año tras el proceso electoral, ahora con la denominación de “Plan C”. Al margen de esto el INE no se toco, y cumpliendo con sus normas internas tuvo un cambio en la Presidencia de su Consejo General, quien veía la partida de Lorenzo Córdova y recibía a Guadalupe Taddei como la primera presidenta al frente del organismo electoral, misma que fuera la primera en otros sucesos históricos como el ser la primera presidenta al frente del Instituto Electoral de Sonora, en donde llevaría a cabo la realización de la primera elección indígena, además de participar en la reforma electoral del 2014.
Sin embargo la consejera Taddei, como la mayoría de la clase política mexicana es un personaje de luces y sombras, mismas que se materializan en los cuestionamientos sobre el vínculo que existe entre su familia y morena, pues es prima de Jorge Taddei Bringas, superdelegado del gobierno en Sonora y tía de Pablo Taddei Arriola, director de la paraestatal Litiomex e Ivanna Taddei Arriola, diputada local de morena en sonora, por lo que muchas personas cuestionaban su imparcialidad política para estar al frente del INE.
Estas dudas se acrecentaron luego de que el consejo general, fuera recibido en palacio nacional el pasado 13 de junio para una reunión con el presidente de la república, algo que no había sucedido antes. Este acontecimiento fue recordado cuando días después, diera inicio el proceso de selección de aspirantes a la sucesión presidencial por parte de morena y aliados, pues muchos criticaron al INE no impedir este hecho, y es que hay que recordar que dicho proceso, al igual que el de la alianza va por México que comenzó semanas después, se encuentran al margen de la ley electoral, pues esquivan cínicamente posibles sanciones por parte del Instituto con un avieso juego de palabras: Ahora a la precandidatura se le llama "Asamblea Informativa" o "Frente Político", mientras que las candidaturas pasarán a llamarse "Coordinadores de la Defensa de la Transformación" o "Responsables nacionales de construir un frente amplio por México".
Esta tibieza para sancionar a los partidos políticos del país por parte del INE, pareciera dislocarse del movimiento que hace un año llevó a la ciudadanía a marchar en favor de su democracia, sin embargo esta semana el tablero electoral parece haberse movido, luego de que el Instituto emitiera una orden al inquilino de palacio nacional, para que se abstenga de hablar de la aspirante de oposición Xóchitl Gálvez, en respuesta a una queja presentada por la propia senadora, además de recibir por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la orden de analizar nuevamente si la gira de las y los aspirantes de morena, violenta la equidad en la contienda electoral. Por lo que no nos queda nada más que ver hacia donde se define el Instituto, para saber si veremos a un INE permisivo o estricto, de cara a una de las elecciones más importantes del país en su historia reciente.