Ha iniciado el proceso de renovación del máximo organismo de defensa de derechos humanos en México, y tal vez parezca un asunto irrelevante, sin embargo, permítame decirle que, la Comisión Nacional de Derechos Humanos es de los organismos defensores más completos que existen en el mundo contemporáneo; sus funciones esenciales son: la conciliación, la investigación de posibles violaciones a derechos humanos realizadas por autoridades, servidores públicos o particulares con tolerancia, anuencia o participación de alguna autoridad o servidor público, (desapariciones forzadas, tortura, discriminación, violencia contra las mujeres, trata de personas, detenciones arbitrarias, desplazamientos forzados, falta de acceso a la educación, falta de acceso a servicios de salud, falta de acceso al agua potable, persecución religiosa, discriminación por preferencias y orientación sexual, negación al derecho de un juicio justo, censura a la libre expresión de las ideas, explotación infantil) y la educación en derechos humanos.
La CNDH goza de autonomía constitucional, por lo que tiene independencia del poder ejecutivo para investigar violaciones de derechos humanos, asimismo, derivado de dicha autonomía, la CNDH tiene presupuesto propio que le es asignado cada año para la realización de sus planes de trabajo, a manera de ejemplo, la CNDH, en este año 2024, recibió de presupuesto 1 mil 722 millones 143 mil 661 pesos, y en el año 2023, recibió de presupuesto 1 mil 798 millones de pesos, por lo que la presidenta de la CNDH debe rendir un informe anual ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para dar a conocer su metas cumplidas y el gasto realizado.
El Sistema Ombudsman Mexicano (CNDH) tiene su fundamento en el apartado B, del Artículo 102 Constitucional y está compuesto por una Comisión Nacional y por treinta y dos Comisiones y Procuradurías de Derechos Humanos, una por cada entidad federativa y Ciudad de México, por lo que, los congresos locales deben asignar presupuesto a las comisiones estatales para la defensa de los derechos humanos.
Desde mi perspectiva, los organismos de derechos humanos tienen una función muy importante para garantizar los derechos fundamentales de la población, por lo que estos organismos no deben servir como pago de facturas políticas, para acomodar a familiares o amigos, o simplemente para poner personas que ocupen el puesto de comisionados de derechos humanos sin experiencia ni conciencia de la labor que implica la protección, la promoción, la garantía y el fomento de una cultura de respeto a los derechos humanos.
Considero que, si el poder legislativo no realiza con transparencia los procesos de elección de los defensores de derechos humanos estaremos transitando por un camino que conducirá hacia el autoritarismo y a la violación de los derechos humanos de forma sistemática.
Por cierto, la terna de personas candidatas a la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2024-2029, está conformada por Paulina Hernández Díaz, María del Rosario Piedra Ibarra y Nashieli Ramírez Hernández, y esta semana que viene, el senado votará por quién considera es el perfil idóneo para ocupar este espacio.
Los organismos defensores de derechos humanos deben ser ocupados por personas dedicadas a la defensa de los mismos, por lo que deben probar tener autoridad moral para ocupar este noble cargo.
* Es Doctor en Derecho por la BUAP y miembro del Instituto Latinoamericano del Ombudsman.
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El Ombudsman en México tiene muchos retos y en la medida que se cumpla con todas las atribuciones que tienen establecidas en sus leyes y reglamentos, seguramente se podrá ir consolidando una cultura del respeto a los derechos humanos en nuestro país.