La semana pasada, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2025, marcando un paso importante en la planeación financiera de nuestro país. Esta no es cualquier ley; es una herramienta que refleja los principios de la Cuarta Transformación: justicia social, responsabilidad y compromiso con el pueblo. Es una Ley de Ingresos con perspectiva, que cuida el bolsillo de las y los mexicanos, sin crear nuevos impuestos ni aumentar los existentes. Se trata de demostrar que es posible llevar a cabo grandes obras de infraestructura y programas sociales sin cargar el costo a quienes más lo necesitan.
Sabemos que los recursos son fundamentales para continuar con los proyectos transformadores que han mejorado la vida de millones de personas. Desde las pensiones universales para adultos mayores hasta los programas que benefician a jóvenes y madres trabajadoras, el gobierno de la Cuarta Transformación ha demostrado que sí se puede hacer justicia social sin sacrificar el bienestar de las familias mexicanas. La Ley de Ingresos que aprobamos reafirma ese compromiso. No hay sorpresas, no hay golpes al bolsillo; lo que hay es una administración eficiente, transparente y comprometida con el bienestar de todas y todos.
Desde la diputación del distrito 12, hemos entendido que el trabajo legislativo no se queda en las paredes del Congreso. Nuestro compromiso va más allá de discutir y votar una ley. Es nuestro deber regresar al territorio, escuchar a la gente y rendir cuentas sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos. Porque la política no puede ni debe hacerse desde un escritorio. La política, en los tiempos que vivimos, se construye caminando, visitando comunidades, escuchando las necesidades de las personas y gestionando soluciones reales.
En estos meses hemos estado trabajando muy cercanos al territorio, llevando talleres y jornadas de salud con servicios médicos totalmente gratuitos. Hemos participado en asambleas, donde el diálogo directo con las y los ciudadanos nos permite entender sus problemas y prioridades. No se trata solo de estar presentes; se trata de ser útiles, de llevar gestión, programas y soluciones a quienes nos dieron su confianza para representarlos.
Desde esta diputación, hemos dejado claro que la representación no es un privilegio, es una responsabilidad. Por eso, no hemos caído en la vieja práctica de políticos que solo aparecen en las fotos con sus dirigentes, desconectados de la realidad que viven sus comunidades. Eso ya se acabó. Hoy, más que nunca, sabemos que el poder no es para lucirse, es para servir. Y servir significa estar con la gente, cara a cara, trabajando juntos por soluciones reales.
El compromiso que asumimos desde el distrito 12 no es solo con quienes votaron por nosotros, sino con todas y todos los poblanos. Porque entendemos que en esta transformación no hay cabida para la exclusión. La política que estamos construyendo se hace con el pueblo y para el pueblo, caminando a su lado, no desde las alturas. Estamos representando con mucho orgullo y con la certeza de que cada acción que realizamos tiene como único objetivo el bienestar de nuestra gente.
La Ley de Ingresos que aprobamos es un reflejo de esta nueva política. Es un instrumento que equilibra la necesidad de recursos con la responsabilidad de no afectar a quienes menos tienen. Es una muestra de que la Cuarta Transformación no es un discurso, sino una forma diferente de gobernar, de administrar, y sobre todo, de servir.
Hoy, más que nunca, sabemos que la política se hace en territorio, con la gente, escuchando, gestionando y resolviendo. Porque esa es nuestra tarea, ese es nuestro compromiso. Representar al pueblo no es un honor vacío, es una responsabilidad que asumimos con orgullo y con la certeza de que juntos estamos construyendo un México más justo y más igualitario.