La pandemia del Covid-19 ha puesto en cuarentena a la mayoría de los seres humanos a nivel mundial, situación que no se había presentado desde hace ya un largo tiempo. A un mes de estar inmersos en este aislamiento masivo, la rutina ha trastocado radicalmente nuestra vida personal, laboral y social. Casi todos nuestros planes fuera de casa se han cancelado o pospuesto. A este confinamiento en casa durante semanas se une la incertidumbre sobre la duración y la evolución de este gran problema, creando un impacto mental que puede desarrollarse en ciertos trastornos psicológicos.
Según Adán Contreras Contreras, tallerista en LU-NA Espacio de Desarrollo Integral Humanista A. C., el aislamiento como medida de prevención y principal herramienta de combate contra el virus es de gran ayuda, sin embargo, esto puede afectar de manera psicológica a algunos individuos. “El miedo constante, las malas noticias, el cambio de rutina y la sensación de peligro continuo temiendo por nuestra vida o por la de nuestros seres queridos, pueden, con el tiempo, llegar a detonar en enfermedades agudas que nos pueden afectar a nivel psicológico”, afirma Adán y estas podrían ser:
- Depresión: es uno de los trastornos que podría manifestarse con mayor frecuencia dentro del aislamiento. El estar separado de nuestros seres queridos, modificar nuestra rutina, el no tener certeza sobre nuestro empleo o el haber perdido a algún ser querido o cercano -a causa de la enfermedad- son factores que pueden desencadenarla.
- Ansiedad: se puede manifestar de diferentes maneras conforme avanza el proceso de cuarentena. Cuando la preocupación y el nerviosismo están presentes en la mayor parte del día, sin motivos lógicos y no nos dejan relajarnos, distraernos, dormir o tranquilizarnos, es cuando podemos decir que somos presas de la ansiedad. En general, debido a la situación de pandemia, muchas personas sufren ataques de ansiedad donde imaginan los peores escenarios y esto las inmoviliza, pero, además, puede llegar a producir cambios en nuestro ciclo de sueño o nuestra dieta, los cuales podrían afectarnos por bastante tiempo.
- Incremento de conductas agresivas y consumo de sustancias: el limitarnos a permanecer en un espacio sin contar con factores como el entretenimiento, el trabajo y la familia, nos puede llevar a experimentar cambios emocionales bruscos, los cuales pueden desencadenar agresividad o conductas violentas hacia nosotros mismos o hacia las personas que viven en nuestro hogar. El consumo de sustancias como alcohol o drogas también se ve incrementado, dado que muchos buscan escapar de la realidad por medio de ellas.
EL CONSEJO PARA EVITARLOS
“Lo primero es reconocer si estamos atravesando por estas situaciones de una manera en la que ya sea incontrolable, es decir, si nos produce sufrimiento continuo”, puntualiza el especialista, por lo que sugiere lo siguiente:
1) Platicarlo con las personas que son importantes: recordemos que la comunicación ayuda a liberar mucha de la carga que experimentamos, por lo que la conversación con nuestros seres queridos cercanos es de total relevancia.
2) Realizar ejercicios de respiración y relajación para disminuir las molestias: esto nos ayudará a tener más claridad en nuestros pensamientos.
3) Establecer una rutina de actividades: estas deben ser algunas en las que se pueda aprovechar mejor el tiempo del aislamiento. Con esto ayudaremos a dar enfoque a nuestros días.
“En esta situación excepcional es normal experimentar miedo, ansiedad, estrés y tristeza; pero si las molestias persisten, busque apoyo profesional”, puntualiza el especialista.
Existen terapeutas que podrían ofrecerle servicio a distancia para sobrellevar estos malestares. Lo más importante es no dejarse vencer por la sensación de soledad y no perder de vista su bienestar físico y mental.