Ajalpan y su letra escarlata

Redacción

  · sábado 22 de octubre de 2016

|| por Miguel Ceballos ||

Son las 10 de la noche y la imagen es inconcebible: hombres ymujeres de todas las edades, incluso niños, permanecen inmutablesante lo que pareciera una fogata común pero que no lo es, se tratade dos hombres que tras ser golpeados hasta la muerte ahora ardenen llamas en el centro de la población… minutos antes dossujetos, dos hermanos, ensangrentados luchaban, hasta el últimosuspiro, por ser escuchados, luchaban por su vida…. Pero losgritos y el enojo de la turba enardecida ahogaron cualquieresfuerzo por demostrar su inocencia, entonces fueron rociados concombustible y quemados vivos…

Todo ello ante el desprecio y la indiferencia de la muchedumbreque sin aplomo alguno y en su reducida visión documenta el hechocon celulares en mano como si se tratase de un cumpleaños, unosquince años o una boda, con selfies incluidas.

Los hechos ocurrieron en un par de horas… Los sujetos, queahora se sabe eran encuestadores fueron señalados de violadoresy robachicos. La Policía municipal procedió a detenerlos yllevarlos a los separos, de donde fueron sacados por loshabitantes, golpeándolos brutalmente con machetes para luegoprenderles fuego…

El relato pareciera salido de un cuento de horror o de una seriede ciencia ficción, de aquellas, que están de moda, pero no esasí, se trata de un linchamiento ocurrido el 19 de octubre de 2015en Ajalpan, un municipio de la sierra negra de Puebla que no puedeser calificado de otra forma más que de barbarie, un retrocesosocial producto de la falta de valores, ética, moral, dedesarrollo humano, de respeto a la dignidad; vamos, dehumanidad.

Y aunque es difícil pensar en desarrollo humano cuando lasituación de inseguridad, hartazgo de promesa políticas incumplidas y necesidades básicas ya no de una familia sino de unapersona no están cubiertas al cien por ciento; esto tampoco debeconvertirse en excusa para trasgredir la línea entre lo bueno y lomalo, la justicia y la injusticia como lo señala, en entrevista,la psicóloga social Dulce María Pérez Torres, catedrática de laFacultad de Psicología de la UPAEP y doctora en pedagogía.Si se sigue consintiendo que el rumor o lasmalas interpretaciones tomen como pretexto para terminar con lavida de otras personas entonces ya no estamos siendo unas personassociales, estamos  perdiendo esta parte de la razón y lajusticia, solamente estamos actuando como grupo sin sentido yobviamente sin tener conciencia” (2015) Ese es el granriesgo que se corre de vivir en una sociedad cada vez másdesapartada de los valores, del respeto por la vida y la dignidadhumana y centrada en la frivolidad del  “yoísmo”, lainmediatez y  cosificación o en su caso “nulificación” delser humano “Si se toma como un modelaje para que todo mundo hagaesto, las personas van a perder la conciencia de sí mismas yentonces se van a convertir en asesinos colectivos… por que noescuchan, no hay autoridad, no hay ley; todo, es destrucción”(Pérez 2015) y por consecuencia  nada existe; desarrollo materialo intelectual son imposibles sin desarrollo humano.

De tal forma que no importa cuán malas sean las decisiones queuna persona pueda tomar y que la lleven a convertirse en non gratapara la sociedad, aún así es necesario comprender que no por ellodeja de ser persona y mucho menos que podemos tomar su vida ennuestras manos, pues como lo puntualiza el Papa Juan Pablo II en  su carta enviada, en 2005, a los participantes de un congresosobre calidad de vida y ética de la salud. Ladignidad de los seres humanos es igual, independientemente de lasociedad o la condición… es superior: trasciende incluso lasconductas equivocadas y culpables del sujeto Y el asunto noes para menos, cobra importancia no sólo por el suceso en símismo y la pérdida de vidas humanas (que eso ya es bastantelamentable) sino por su repercusión  inmediata y a largo plazodebido a que  “cuando se produce la violación de cualquierderecho en un punto de la tierra, ésta produce una especie deefecto dominó que termina repercutiendo en los demás lugares delplaneta” (Llano F. pág. 88) sobre todo con la nueva dinámicasocial alentada por los dispositivos móviles y las redes socialesque en minutos plagaron el ciberespacio poblano y del mundo enterode fotografías y videos que mostraban el salvajismo de los actoresquienes escondidos en el anonimato de la multitud terminaronconvirtiéndose en su objeto de rechazo, en delincuentes; es decir“La gente no entiende que se está colocando en el papel deprobable responsable en la comisión de un delito por saqueo, porabuso, por golpes, por lesiones o por muerte de una persona que alparecer cometió un delito” así lo advierte Alejandro Santizo,secretario de seguridad pública del municipio de Puebla duranteuna entrevista a medios locales. Delito que seha convertido en “la letra escarlata” de los pobladores deAjalpan pues “llevan en sus manos la sangre, llevan en sus manoseste secreto a voces que estará hasta la tercera generaciónporque el pueblo se tilda de sangre y entonces lo comentarán comoalgo que hicieron” (Pérez 2015) lo que lleva a ese núcleosocial a elegir entre dos opciones: sucumbir ante el manto obscurode las consecuencias o bien componer el rumbo. En caso deelegir la segunda opción (que desde mi perspectiva amable lectorsería la mejor) se vuelve imperante y de vital importancia educaren valores y para la paz con una marcada influencia humanista ypersonalista que impulse el desarrollo humano en toda su extensióncon un mensaje que permee en todas las edades y estratos socialesy es que la educación es la única llave que abre las puertas delentendimiento y la verdad, al tiempo que apacigua el deseo devenganza.

“Es, pues, necesario que los valores elegidos y que sepersiguen con la propia vida sean verdaderos, porque solamente losvalores verdaderos pueden perfeccionar a la persona realizando sunaturaleza. El hombre encuentra esta verdad de los valores noencerrándose en sí mismo, sino abriéndose para acogerla inclusoen las dimensiones que lo transcienden. Ésta es una condiciónnecesaria para que cada uno llegue a ser sí mismo y crezca comopersona adulta y madura” (Juan Pablo II, 1998)

Entendiendo que el acto educativo va mucho más allá de cuatroparedes, pues aunque eso también es parte del proceso el conceptotrasciende más allá del tiempo y el espacio; busca incidir en elhombre y así enseñarle a los homo sapiens a ser homo sapiens y esque por increíble que parezca somos la única especie a la que hayque enseñarle a ser especie. “La educación consiste en que elhombre llegue a ser más hombre, que pueda ser más y no sólo quepueda tener más, y que, en consecuencia, a través de todo lo queposee, sepa ser más plenamente hombre" (Juan Pablo II, 1980).

De no hacerlo, serán las nuevas generaciones las más afectadassobre todo aquellos pequeños que sin entender bien a bien lo quesucedía se convirtieron en espectadores e incluso participantes(alentados por la turba e incluso familiares) de este fatal sucesoque cargaran en su ser el resto de su vida.

“Eso no es lo correcto en un grupo, en una sociedad, en unacomunidad en donde tiene como característica el cuidado entrenosotros, el apoyo entre nosotros, el conocimiento entrenosotros;  porque si no nuestras comunidades ahí si se estándescomponiendo y eso es muy peligroso… obviamente eso no es locorrecto en una sociedad que quiere hacer hombres  y mujeres debien” (Pérez 2015)

Referencias

* Juan Pablo II. (2005) Carta del santo padre a losparticipantes en un congreso sobre "calidad de vida y ética de lasalud. La Santa Sede. Recuperado el 23 de octubre de 2015,de https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/letters/2005/documents/hf_jp-ii_let_20050219_pont-acad-life.html

* Juan Pablo II. (1998) Carta Encíclica Fides Et Ratio. LaSanta Sede. Recuperado el 23 de octubre de 2015, de https://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_14091998_fides-et-ratio.html

* Juan Pablo II. (1980) Discurso a la UNESCO. La SantaSede. Recuperado el 26 de octubre de 2015, de http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/speeches/1980/june/documents/hf_jp-ii_spe_19800602_unesco.html

* Llano, F. (2002). “Tres Tesis Centrales Sobre el ProyectoPacifista Humanista de Immanuel Kant”. El HumanismoCosmopolita de Immanuel Kant. España: Dykinson. Pág. 88

* Pérez, D. (2015) (s/n) [Entrevista] México

* Santizo, A. (2015) (s/n) [Entrevista] México