Tal como lo marca la tradición católica, en el sexto viernes de Cuaresma, se erigen los Altares de Dolores, nichos dedicados a la Virgen María en su advocación de Dolores, en el Pueblo Mágico de Atlixco, que resultó con afectaciones tras el sismo del pasado 19 de septiembre.
El Museo Nacional de Culturas Populares informó que en esta ocasión el altar no se instaló en el Palacio Municipal, pero el artesano cartonista Rodolfo Villena llevó su obra al Centro de Convenciones, donde también se han dado cita vendedores de artesanías de la región.
Narró que la tradición marca que el Viernes de Dolores es un periodo de extrema penitencia y ayuno que da inicio al miércoles de ceniza.
Explicó que para los frailes franciscanos, la conmemoración de la Semana Santa coincidía con las fiestas de la fertilidad de los mexicas, por tal razón es común ver en estos altares elementos como semillas de amaranto, lenteja y chía, las cuales se brindaban en ofrenda para una buena época de siembra.
Otro elemento que forma parte fundamental en estos altares es el color morado, representado por lo general en papel picado o grandes lienzos de tela. El color morado en la liturgia católica representa pena y luto.
Agregó que los espectadores también pueden observar botellas redondas con agua de colores que representan las lágrimas que la virgen derramó por su hijo.
Mientras que el trigo significa la eucaristía; las palmas, la gloria de Dios y de su hijo; las coronas representan la glorificación de la virgen; las naranjas, la amargura que sufrió la virgen, sublimada y exaltada por las banderizas de papel picado; a la vez que el trigo germinado en amarillo significa la fertilidad.
La información del museo precisa que todos los elementos antes mencionados se deben colocar en múltiplos de siete, en recuerdo de los siete dolores que padeció: La profecía de Simeón, La huida a Egipto, El Niño perdido, La calle de la amargura, La Crucifixión, El descendimiento de la Cruz, y La sepultura de Jesús.
En Puebla capital también se puede admirar el Altar de Dolores, principalmente representado en la Casa de Cultura, donde también se acostumbra poner vitroleros con agua de sabor jamaica y chía, así como un poco de galletas, que pueden disfrutar los espectadores, de manera gratuita.