Querida Mérida…
Desde el balcón, la luz del amanecer comienza a iluminar la ciudad y al mismo tiempo descubre lentamente tu cuerpo desnudo en la cama, permaneces dormida, exhausta después de una noche más juntos, una más a nuestra historia, y no es ni la primera ni la última, pero aguarda algo de especial y revelador para mí.
Ambos sabemos que nuestro amor es quizás uno de los secretos mejor guardados por los dos, ese que en la clandestinidad de mis desvelos donde me regalas tus pasiones, me haces saber que eres eso que mueve todos mis sentidos, que, en tu piel, mi corazón encuentra ese motivante que lo acelera como nada, al descubrir en ti esa entrega total sin papel, en la dosis perfecta donde las palabras sobran y nuestros cuerpos entallan en medida perfecta.
Te has convertido en vicio delirante, esa fiebre de mi ser que me envuelve y me domina sin querer, y no puedo desprender de mi mente tu imagen sino hasta que te vuelvo a ver y tu perfume aviva esas ganas de ti más y más al punto de que mi instinto te quiere para mí, sólo para mí y me siento celoso al pensarte deseada por alguien que no sea yo.
Eres eso prohibido que me ha hecho conocer y creer en el amor incondicional, porque en ti encuentro ese impulso para continuar con mi camino porque simple y sencillamente para ti no hay nada que nos sea imposible estando juntos y al mismo tiempo eres ese beso que debe quedar en el secreto que aguardan cuatro paredes.
Y si no te has dado cuenta, cada vez que te hago mía, esto es más que la idea simple y llana del sexo por placer, pues en cada beso y caricia me haces volver a nacer y sentir, simplemente sentirme vivo…me atrevería a decir que más que nadie en este mundo.
Me encantaría que supieras todo lo que le inspiras a mis pensamientos, pero sencillamente el sentirme vulnerable ante ti me detiene, eres esa excepción a la regla, aunque me cuesta mucho aceptarlo, porque sé que de alguna u otra forma deduces todo lo que siento por más que no te lo diga, quizás algún día pueda hacerlo, mientras tanto quédate aquí en este nuestro lugar, para seguir contando las historias que conforman un nosotros.
CONTACTO:
Dr. Joaquín Alejandro Soto Chilaca
Médico Psiquiatra, Sexólogo, Psiquiatra Forense y Psicoterapeuta.
Director de Mindful. Expertos en Psiquiatría y Psicología.
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