Se piensa que el papel de los padres de familia termina cuando los hijos crecen y se convierten en adolescentes o jóvenes, con el pretexto de que “ya son grandes”, pero nada más lejos de la realidad.

Cualquier padre de familia sueña con ver triunfar a sus hijos. La parte difícil, subraya la maestra en psicología Magali Guadalupe Becerra Romero, del consultorio Psicología Integral de Puebla, “es lograrlo con el balance perfecto, que radica en establecer expectativas altas e involucrarse en su desarrollo, pero sin irrespetar su autonomía”.

La construcción de un proyecto de vida no es cosa fácil y el joven necesitará la orientación, acompañamiento y escucha de sus padres.

PROYECTO DE VIDA

Un proyecto de vida es la posibilidad de construir sueños, asegura la experta “consiste en definir, elaborar y llevar a cabo un plan alrededor del cual girará mi existencia, en un plazo largo”. Esto, junto con el sentido de vida, favorecerá el éxito en la vida del joven.

La maestra citó al neurólogo y psicólogo austriaco padre de la logoterapia, Viktor Frankl, quien dijo que “El sentido de vida, también conocido como propósito de vida, le permite a la persona encontrar las razones de su propia existencia y la orienta hacia algo o alguien, lo que favorece así su trascendencia”.

Por lo tanto, continuó Becerra, contar con un propósito de vida permite dirigirse hacia objetivos que favorecen la aparición de aspectos de bienestar como la satisfacción con la vida, serenidad y atención plena; de tal manera que la búsqueda del propósito de vida puede manifestarse mediante el establecimiento de metas y valores. Sin embargo, en ocasiones, para que el joven logre la claridad de aquello que le da camino a su vida, es necesario que él sienta un respaldo sólido por parte de los padres.

SENTIDO DE VIDA

El sentido de vida es individual y tiene que ver con las características, historia, y sueños de cada persona. Dentro de este sentido también se incluye el proyecto profesional del joven, en el cual la familia interviene de manera importante.

La familia es la que aporta mayor influencia en la toma de decisiones profesionales, porque es en este núcleo en el que se ha formado y del cual ha adquirido una serie de valores, que le hacen percibir las cosas de manera muy particular.

Es común que dentro de la familia se den opiniones respecto a la carrera que se debe estudiar; algunos padres imponen a sus hijos la profesión que ellos ejercen, debido a una serie de apreciaciones como continuar con la tradición familiar o la posibilidad de ayudarlos en el campo laboral, esto convierte el proceso de elección en una situación de tensión, que puede ser la causa de una mala decisión o un factor para el abandono de los estudios o de un bajo rendimiento académico. Otra situación muy común es que los padres quieren realizar, a través de sus hijos, aquello que ellos desearon para sí y que no pudieron concretar.

“Cuando se cuenta con el apoyo y el respeto de la familia en las decisiones personales, su confianza se reafirma en sí misma y se traduce en realización personal y profesional, además de fortalecer los vínculos familiares”, asegura la psicóloga.

¿QUÉ NECESITAN REALMENTE LOS HIJOS?

Lo que necesita un joven en el momento de su elección es que lo ayuden a conocerse y reconocerse, asevera la experta; “necesita acceder a su identidad, descubrir cómo es, cómo piensa, cuáles son sus verdaderos intereses, potencialidades y recursos. Qué es lo que verdaderamente le gusta o le gustaría hacer”.

En esta tarea de reconocimiento, los padres pueden aportar anécdotas, recuerdos, juegos y características infantiles. “Pueden ayudarlos a reconocer facilidades y estilos personales enriqueciendo su percepción. Pueden ayudarlos a buscar ayuda e información. Pueden acompañarlos en este proceso escuchándolos cuando lo necesiten, participando con ellos en la búsqueda de programas, charlas con profesionales y reconocimiento de facultades, en la medida que ellos acepten o pidan este acompañamiento”, subrayó.

DIFICULTAD DE ELEGIR

¿Qué pasa con los adolescentes que no pueden elegir?, los que van de carrera en carrera y nada los satisface. “A veces los padres también entramos en crisis y nos estresa el no saber qué decirle, o que la sugerencia que le damos sea errónea o precipitada”, dice la maestra. En este caso es importante buscar la ayuda de profesionales, que puedan ayudar al joven y a la familia a tomar una decisión, congruente con sus intereses y asertiva con sus gustos y sus sueños.

“En Psicología Integral de Puebla contamos con equipo especializado en orientación vocacional y profesional, que aplica un estudio de talentos naturales que arroja siete perfiles vocacionales”.

Confucio dijo: “Escoge un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida“. Por ello, cualquier apoyo para una buena elección siempre será la mejor inversión, subrayó Becerra.

CONTACTO

• Mtra. Magali Guadalupe Becerra Romero
• Psicología Integral de Puebla
• Móvil: 2221-561904