Todo el día, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, constantemente debemos tomar decisiones, desde las más sencillas como ¿ya me levantaré o me quedo unos minutos más en la cama?, ¿qué ropa me podré hoy?, ¿qué voy a desayunar?, ¿me baño o no?... bueno, esa última es fácil (a menos que se haya terminado el gas y no te guste el agua fría).
Lo que sí es un hecho es que los seres humanos mantenemos todo el tiempo a nuestro cerebro en actividad, y aunque hay decisiones que necesitan mucho más esfuerzo, como aquellas que tienen que ver con la reflexión, el discernimiento, el análisis de las diferentes situaciones, no solo en situaciones personales sino, por supuesto, laborales, las triviales también suman, explica Magali Becerra Romero, profesional de la salud mental.
¿POR QUÉ NOS FATIGAMOS AL DECIDIR?
Esta constante necesidad de elegir, desde lo simple hasta lo complejo, puede llegar a provocar cansancio y es que de acuerdo con Roy Baumeister, psicólogo estadounidense que acuñó el término “fatiga por decisión”, en el día aproximadamente llegamos a tener hasta 3 mil 500 decisiones por hacer.
Se define a una decisión como la firmeza, la seguridad y la determinación con lo que tú actúas y la fatiga por decisión podemos hablar de que es la energía y la objetividad que nosotros gastamos al tomar varias decisiones que impliquen mucho trabajo mental y nuestro cerebro se cansa porque utilizamos diversas funciones como: reflexión, análisis, síntesis, el captar cuáles son los recursos con que cuento, cuáles son los pros, los contras, las dificultades que se me pueden llegar a atravesar, expone Becerra.
Todo esto implica mucho trabajo mental entonces no necesariamente debemos tener una actividad física como tal, es decir caminar o andar de aquí para allá, para sentirnos cansados, sino que este trabajo de escritorio, en donde tenemos mucho por analizar, también nos ocasiona un gran cansancio, comenta.
A su vez, el estar cansados mentalmente nos lleva también a tener niveles de estrés altos, a solamente querer dormir, no estar interesados en nada más y físicamente llegar incluso a dolores de cabeza, entre otros, entonces sí la toma de muchas decisiones sí ocasiona fatiga mental, afirma.
TOMAR LAS DECISIONES CORRECTAS
Para tomar una decisión asertiva, congruente y adecuada están involucrados muchos aspectos, por ejemplo, el emocional; no debes hacerlo cuando estás en la euforia, es decir demasiado contento, ni cuando estás enojado o en un momento de mucha tristeza, porque las emociones ofuscan tu pensamiento y no puedes visualizar o discernir todas las posibilidades para elegir adecuadamente.
Aquí lo mejor es tranquilizarte, esperar a que emocionalmente estés regulado, más tranquilo, entonces sí podrás analizar las cosas que necesitas hacer. Cuando estamos cansados no vemos claro, no analizamos, no vemos las alternativas u opciones, porque finalmente nuestro cerebro está agotado, dice.
Entonces lo más recomendable es, en la mayoría de las ocasiones, dejarlo para otro momento, debemos tomar un descanso de media hora, de una hora, verdaderamente no pasar de una actividad de trabajo a otra, agrega.
Aconseja, por ejemplo, salir a un parque cercano, caminar un momento, platicar con alguien de cosas sin mayor relevancia, salir a respirar, tomar el aire; estas distracciones son lo más conveniente cuando nos damos cuenta de que ya no podemos más y ya después podremos regresar con estos temas que necesitan una solución de manera rápida.
Aclara que, por supuesto, esto no quiere decir que sea malo decidir, ya que es una función del ser humano, constante y cotidiana, pero sí debemos intentar organizarnos para no llegar a una fatiga mental, que puede generar otro tipo de situaciones.
CÓMO DISMINUIR LA FATIGA POR DECIDIR
Algo importante es que no podemos dejar de decidir siempre, por eso debemos hacer una autorregulación y planear todas nuestras actividades del día para desgastarnos lo menos posible y no tener un día en donde estemos llenos de diferentes decisiones importantes y que se tengan que tomar en ese momento o que requieran de mucha estructura, asegura Magali Becerra.
Esto ocurre en el ámbito laboral y pasa exactamente igual en la casa, con nuestra familia. Las decisiones importantes no solamente son de trabajo, cuando por ejemplo tenemos alguna dificultad, una situación que provoca ansiedad, tristeza, enojo… al decir “cuenta hasta diez” no se trata de la contabilidad, sino de respirar, poner un paréntesis, porque probablemente hay momentos en donde no podemos seguir, asevera.
Lo mejor es tener esa capacidad de ser muy honestos con nosotros, acerca de en qué momento podemos continuar y cuándo es necesario parar porque necesitamos descansar; más vale retrasar un poco una decisión que tomarla a la ligera y que provoque posteriormente malos resultados en los diferentes ámbitos de nuestra vida, señala.
Recomienda disciplinas como el yoga, que nos ayuda a entrar en estados en donde nuestra mente puede descansar y que es de las más recomendables cuando somos personas que constantemente debemos pensar y tomar decisiones; nos puede ayudar a tranquilizarnos, descansar, tener paz mental.
También aconseja en el día el día tener una actividad que no requiera decisiones tan fuertes, como leer un libro, ver una película, hacer ejercicio, caminar ayuda muchísimo, hacer una actividad con las mascotas; es importante tener esparcimiento todos los días, darnos este espacio.
“Siempre decimos ‘no tengo tiempo’, pero en esta pandemia he aprendido que el tiempo te lo das tú, eres quien organiza y decide. El trabajo necesita atención, pero también la casa, la familia, tu vida personal y tus amigos. Si nos organizamos, esto va a ayudar muchísimo a no tener tantas cosas que hacer en un mismo día y tener este descanso físico y mental”, concluye.