Acatlán de Osorio, Pue. Debido al cambio climático, la producción de uno de los platillos exóticos más buscados en el sur del estado de Puebla se encuentra en riesgo. Se trata de los chiquilichis, insectos muy parecidos a las chicatanas, cuya producción en los últimos años ha sido muy baja, además de que, por sus características, este manjar de la gastronomía mixteca sólo se puede saborear una vez al año.
De acuerdo con las personas de la región, quienes se encargan de recolectar estos insectos para venta o consumo, especialmente este año hubo menos producción, debido a que las lluvias son muy esporádicas y no hubo muchas, además de los diferentes cambios de clima.
FUENTE DE PROTEINA Y HIERRO
De acuerdo con el nutriólogo de Acatlán, Fermín López Martínez, los Chiquilichis poseen un alto contenido de proteínas y hierro; esto ayuda a la producción de glóbulos rojos de la sangre, por lo que ayuda a prevenir la anemia, así como la proteína ayuda para el cabello y la piel se regeneren.
El especialista explicó que estos insectos también producen una grasa natural, la cual al consumirse se queda en el organismo para expulsar la grasa acumulada por años y que ésta se origina por medio de los alimentos que se han consumido.
UNA VEZ AL AÑO
De acuerdo con Miguel Lima, vecino de Acatlán, mencionó que estos insectos se pueden adquirir en el mercado municipal “Rodolfo Sánchez Taboada”, los cuales tienen un alto costo, debido a que una medida pequeña cuesta 300 pesos, mientras que una grande puede llegar a los mil pesos.
Dijo que se elevan los costos, debido a que son muy difíciles de atrapar y capturar, y que incluso muchas familias no duermen para poder atraparlos, una vez al año.
Mencionó que la metamorfosis de los chiquilichis solo tarda unos minutos, los cuales brotan de la tierra y enseguida abandonan su coraza, saliéndole las alas y volando en el momento, convirtiéndose en cigarras.
EL PLATILLO
Para doña Lupita López, la forma en que se cocina este alimento es hervirlos con epazote, chilate, con ciruelas y asadas con limón y sal, así como también se pueden hacer al mojo de ajo o incluso con mantequilla.
También se pueden cocinar en adobo o salsa, además de que existen muchas formas de preparación de acuerdo al gusto de las familias.
Por lo que recuerdo en mi niñez cuando juntaba muchos, mi abuelita enjuagaba los animalitos en agua limpia y los ponía a hervir en una olla de barro más o menos unos 30 o 40 minutos con su sal, pero a veces también realizaba un tipo chilate de pollo el cual llevaba su chilito rojo y epazote, ahora sí es de cada quien”, dijo.
NI CHICATANAS ESTE AÑO
La temporada de lluvias da vida a la naturaleza y regenera los mantos acuíferos para garantizar el suministro del agua a la población; pero los meses de mayo y junio, principalmente, son también la época en que las chicatanas se convierten en un platillo único y un manjar cotizado en el mercado, sin embargo, estos casi no han salido en los últimos días, debido a que hay cambios de temperatura.
Mariana Palma, cocinera de Acatlán, confirmó que las chicatanas son un platillo único, por el trabajo de recolectarlas una vez pasada la lluvia. Los insectos se concentran principalmente en los postes de luz o en los hormigueros.
Refirió que en el caso de Acatlán la salsa de chicatana es una delicia durante esta época del año, al igual que en comunidades de Veracruz. Por ello, señaló que la lluvia, al traer vida, trae un platillo delicioso a las mesas de las familias mixtecas, ya que se pueden preparar de distintas formas.