Por: Mara Rodríguez Masdefiol

Desde mi punto de vista, en la vida existen ciertas “claves”que si las seguimos y las convertimos en parte de nuestraexperiencia cotidiana, nos garantizarán bienestar, abundancia,salud y toda clase de bendiciones, y esto hay que enseñárselo anuestros hijos. Hablaré de tres de ellas.

1. ABRIRNOS A RECIBIR

Dice Deepak Chopra que si bien es cierto que al dar se generanmás bendiciones, es más difícil recibir. ¡Sí que lo es! Esdifícil abrirnos a ello. Se considera de buena educación negarnosa recibir tanto en cosas materiales, como ayuda y hasta halagos, yal parecer es mal visto que estemos dispuestos a abrir los brazos yextender las manos para que nos den algo.

Sin duda es complicado hacerlo, pero yo tengo la convicción deque si no sabemos recibir de los seres humanos, tampoco sabremosrecibir de un Poder Superior, como cada quien lo llame o loconciba, que por lo general utiliza a otros seres humanos paradarnos todo lo que pedimos.

A veces me sorprende que cuando deseo dar algo a alguien cercanoa mí (ya sea invitarlo a cenar o comprarle algo que le gustó),casi tengo que pelear para convencerlo de que lo acepte. Si recibeasí nomás sin haber hecho aparentemente nada para merecerlo, lareacción de la gente es normalmente de vergüenza y culpa. Yo lesdigo siempre “¡Caramba!, recibe por favor. Si te hace sentirmejor, dame las gracias, pero recibe y punto”. Y sólo hastaentonces se relajan.

Yo recomiendo ampliamente practicar lo de “abrirnos arecibir”, dejando a un lado los absurdos prejuicios sociales quenos instan a no hacerlo, y abrir nuestros brazos con gratitud a loque la vida nos quiere dar a través de cualquier persona osituación.

2. APRENDER A “DEJAR IR EL DESAPEGO”

Muchas veces la vida nos quita algo que queremos: un trabajo,una relación, un objeto, una forma de vida. Es muy importanteentender que cada cosa, situación o persona llega a nuestra vidapara enseñarnos algo, y cuando esa “misión” se ha cumplido,será reemplazado con algo que nos ofrezca nuevas oportunidades decrecimiento y evolución.

Hay que aprender a confiar en que cualquier cambio es paranuestro bien mayor, o no sucedería. Cuando sea el momento de dejarir a alguien, te recomiendo sentarte un momento en paz y silencio eimaginar frente a ti a esa persona, objeto o situación que se haido, se está yendo o se va a ir.

Dile que aprecias y agradeces todo lo que te dio, todos losaprendizajes, todas las vivencias, bendícelo y dile: “Te dejoir…eres libre…”, y suelta, suelta, suelta. Si retienes lo queya no debe estar contigo, también retienes el flujo de la vida. Ysi lo haces, la energía, tu energía personal, se estanca, sepudre y daña, y lo nuevo no puede llegar.

Cuando la vida nos quita algo, es porque viene algo mejor.Manejemos los cambios con alegría y tranquilidad, abriéndole losbrazos a lo nuevo.

3. LA VERDAD OS HARÁ LIBRES

Esta profunda enseñanza, palabras más, palabras menos, ha sidopropuesta por innumerables iluminados, y significa que yo soy la“causa” de todo lo que me sucede en mi vida a través de mipensamiento, mis sentimientos y mis acciones. La “no verdad”,por así llamarla, es no hacerte responsable de ti, hacerte la“víctima” de la vida y de las demás personas, no tomar lasriendas de tus decisiones, quedarte atado a un pasado sin entenderque todo lo que vives son experiencias que nos enseñan muchascosas y nos llevan a transformarnos en personas más sabias,recuerda que la vida es dinámica y no podemos quedarnos en nuestrazona de confort.

Somos seres que requieren evolucionar constantemente. Observatus pensamientos, tus sensaciones, tus acciones, pero sobre todotus resultados, y luego pregúntate si eso es lo que quieres en tuvida, y si no, empieza a modificar tus pensamientos para obtenerresultados diferentes. A eso se refiere “la verdad os harálibres”. Que tú creas todo a través de tu pensar correcto oincorrecto, tú decides.

* Tanatoterapeuta, trabajos con pérdidas, duelos,angeloterapia. Niños, adolescentes y adultos. Tel:2221-199224