Una de las últimas tendencias en el mundo de la gastronomía es “la moda del negro” color que puedes encontrar en ciertos alimentos como el helado, la pizza y el café, entre otros, y esto gracias al uso del carbón activado.

Este ingrediente NO es el carbón que se utiliza para asar la carne, que está cargado de químicos y toxinas y nunca, por ningún motivo, debes consumir.

El carbón activado de grado alimenticio es un desintoxicante muy potente que muchos aseguran, es capaz de revertir una resaca o mitigar los efectos secundarios de la intoxicación alimenticia; en los hospitales es utilizado para evitar que los venenos y las sobredosis de drogas sean absorbidos por el cuerpo.

También es conocido como ceniza de coco ya que se produce calentando a altas temperaturas la cáscara del coco hasta que se quema por completo, la ceniza resultante se procesa con aire caliente o vapor para darle una textura microporosa y es ahí, en sus poros, donde radica su poder de absorción.

Antes de que se volviera una moda gastronómica, este ingrediente era usado en dietas detox, añadiéndose a jugos y limonadas con la creencia de que tiene propiedades antienvejecimiento así como para perder peso, reducir el colesterol en la sangre y minimizar las enfermedades gastrointestinales.

Hoy en día la principal razón para añadir carbón activado a los alimentos es generar un intenso y elegante color negro, ya que en términos de sabor no aporta nada y normalmente se le agregan esencias como la vainilla para darle gusto a las creaciones culinarias.

Sobre si su consumo constante es saludable hay muchas dudas, ya que evitaría que el organismo absorba las vitaminas y minerales que necesita de los alimentos y esto podría llevar a la desnutrición.

La medicina tradicional y los métodos holísticos concuerdan en que su consumo debe ser moderado y en pequeñas cantidades pues interfiere con la efectividad de medicamentos y otro tipo de suplementos.

La Comunidad Europea y la FDA lo consideran un complemento alimenticio por lo que no tiene regulación como medicamento. Por ahora, el único efecto secundario observado es el estreñimiento y las heces negras.

El uso de carbón activado en los alimentos surgió un poco dentro de las modas de colores (como la dieta arcoíris). Los alimentos de un color negro profundo pueden ser divertidos, por supuesto, pero no pasa de ahí.

Así que si te topas con algún alimento de color negro ¡pruébalo! para que no te quedes con las ganas.