Gozar de un estado de salud mental sano en la tercera edad se traduce en una mayor calidad de vida en un envejecimiento más feliz. La difícil situación que vivimos a causa de la pandemia por el coronavirus no debe implicar un completo aislamiento social de este grupo de riesgo, al contrario, debes reforzar su acompañamiento, vivas o no con ellos.
“El confinamiento por coronavirus puede provocar ansiedad y depresión en la población en general, pero de manera más significativa en personas mayores que viven solas. La disminución de sus actividades y rutinas cotidianas, una baja estimulación sensorial y el casi nulo contacto social pueden alterar su estado anímico”, expone Magali Becerra Romero, psicoterapeuta de Psicología Integral de Puebla.
Explica que la soledad presenta riesgos para su salud y el aislamiento puede influir negativamente en su estado de ánimo al favorecer ciertos estados depresivos. El ser población de riesgo les puede llevar a tener una percepción aún más negativa de la situación, con un aumento de la sensación de vulnerabilidad y miedo.
Es necesario que permanezcan en casa y que de preferencia no reciban visitas de muchas personas. Asimismo, la especialista subraya que es importante tratar de entenderles y saber de qué manera podemos brindarles ayuda.
Enfatiza que hay que entender que “cuidarlos”, no significa abandonarlos o que ellos se encarguen de sus cosas. Debemos tomar diferentes estrategias para que esta situación no sea tan estresante y pesada para ellos. Sus recomendaciones son:
Ponerse en contacto con ellos. Ya sea por teléfono o llamando a su puerta si son vecinos, para hacerles saber que estamos ahí. Les ayudaremos en todo lo que sea posible.
Hacerles la compra. Que ellos salgan a hacer la compra es exponerlos demasiado. Podemos hacerla por ellos y dejárselas delante de la puerta de casa. Son gestos fáciles y que no cuestan nada, ellos aprenderán a valorarlo.
Usa la tecnología. Ya sea a su celular o bien a su teléfono fijo, no está de más llamarles cada día o cada dos para saber cómo se encuentran y simplemente hablar. Necesitan escuchar a alguien al otro lado tras tantos días de aislamiento en casa.
Informarles de todo. A estas alturas ellos solos se habrán informado sobre la pandemia. Pero es vital hacerles llegar la información precisa y clara de todo lo que sucede, especialmente acerca de cómo evitar contagios y la importancia de quedarse en casa. Si tienen que salir por algo extraordinario, deben saber qué precauciones tomar.
Motivarles para hacer cosas en casa. Por teléfono o por la puerta de casa, debemos instruirlos para que continúen con su actividad diaria, que sigan rutinas y se sientan activos en el confinamiento. De ser posible que practiquen algo de ejercicio, que cocinen, que desarrollen un hobby o ayudarles a establecer relaciones con otras personas mayores, aunque sea a distancia y a realizar sus pasatiempos preferidos. Solo así se van a sentir ocupados y pensarán que son útiles.
- Deben permanecer en casa y de preferencia no recibir visitas de muchas personas, pero debemos estar pendientes de ellos, platicar con ellos y hacerles saber que cuentan con nosotros