Rosca, chocolate, regalos y villancicos fue lo que vivieron los más de 600 asistentes a la tradicional partida de rosca que cada año lleva a cabo el Museo Amparo para elegir quién apadrinará el niño Dios y se lo llevará a su casa para resguardarlo durante todo el año

Como siempre el evento tuvo lugar en la terraza del recinto, enmarcada por las cúpulas de Catedral y la hermosa arquitectura de la Ciudad Histórica, y fue amenizado con villancicos por el coro En Escena quienes deleitaron con sus voces a los asistentes.

Otrebor, mascota del museo, se hizo presente en el alegre evento al que asistieron familias y grupos de amigos muy entusiasmados de vivir nuestras tradiciones, y fue quien dio paso al camino de Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes arribaron al recinto con obsequios para los más pequeños.

En presencia de los Reyes Magos se llevó a cabo la partida del roscón que los presentes acompañaron con una buena taza de chocolate caliente para amainar el frío. Muchos fueron los ganadores de muñequitos que traía la rosca, y al final participaron en una rifa para elegir al afortunado ganador; además se rifaron piñatas y globos con luces.