Todos en algún momento de nuestra vida tendemos a estar en medio de tormentas, conflictos sin resolver, pruebas que no les vemos salida y situaciones que parecen desastrosas.

Sin embargo, tenemos que aprender a confiar en medio de la tormenta, sabiendo que toda tormenta tiene su tiempo, y recordando que después del invierno viene la primavera.

A lo largo de mi vida, cuando he tenido pruebas, lo que sucede es que muchas veces el ánimo decae, no sabe uno qué camino tomar y piensas que ya todo está perdido. Pero también he visto como siempre se abre una puerta que parecía imposible, una oportunidad que no se veía venir y es entonces donde la esperanza surge y donde el entusiasmo regresa.

Pero ¿por qué todos en algún momento de nuestra vida pasamos por tormentas? He llegado a la conclusión de que vivimos en un mundo de diferentes escalones, algunos son fáciles de subir, pero otros nos cuesta más trabajo, algunos necesitamos la ayuda de alguien y otros pareciera que son trampolines.

Y ¿cómo debemos actuar en medio de la tormenta?, creo que para aprovechar al máximo esos tiempos, tenemos que sacar simplemente aprendizajes, analizar nuestra situación y ver primeramente por qué nos encontramos ahí, ¿fue el resultado de una mala decisión? O simplemente ¿fue parte de la experiencia que Dios quería que pasáramos?

Recordemos que en la tormenta nos hacemos más fuertes, nos preparamos para algo mejor. Yo siempre he creído que las tormentas son un paso para algo más grande, a veces no las entendemos, pero al final siempre comprendemos que todo tuvo una razón.

Si estás en medio de una tormenta recuerda estás 3 cosas:

1. Las tormentas no son exclusivas de algunos. Todas las personas en algún momento de su vida han pasado, o están pasando tormentas, lo único que hay que analizar es, si fue una cosecha de algo que sembramos o fue el resultado de una situación externa, cualquiera que sea tu respuesta, recuerda, todas las tormentas tienen su inicio y tienen su final.

2. Aprendamos de la tormenta. Yo sé que tú me puedes decir, Mario, es difícil aprender de algo cuando estás en medio de una tormenta, y efectivamente lo sé por experiencia propia, sin embargo, necesitamos analizar cuidadosamente la situación y reflexionar para ver que aprendizaje y que crecimiento nos dará a nuestra vida esta tormenta que podemos estar viviendo, de otra manera, solo nos frustraremos y nos desanimaremos y eso no nos llevará a ningún lugar.

3. Pide ayuda en medio de la tormenta. En varias ocasiones cuando estamos pasando por una tormenta queremos luchar solos, queremos resistir la tormenta nosotros, pero créeme, cuando uno está en medio de la tormenta lo que menos quiere uno es luchar, necesitamos a gente cercana que nos anime, que nos impulse y que nos sostenga en esos momentos. Y por supuesto nunca olvides que Dios es el más capaz para sacarnos de cualquier tormenta, Él es el dueño de todo y si clamamos por su ayuda, Él nos responderá.

“Confiemos y esperemos que pase la tormenta”.

*www.mariogarcia.com.mx