Para hacer ejercicio solo basta con querer hacerlo. No necesitas ni acudir a un gimnasio costoso, ni tener aparatos sofisticados. Existen muchos mitos en torno a la actividad física que hoy te desvelamos con ayuda de una especialista.
De acuerdo con Montserrat Pliego Azcue, médico del área de urgencias de la Universidad UPAEP y maestra en medicina física y rehabilitación, no existe ninguna limitación para tener actividad física. Algo importante a considerar es la edad y el estado de salud de la persona, pero en general, lo puedes hacer desde tu hogar y a cualquier hora del día, inclusive lo puedes integrar a tus actividades diarias.
NECESITO IR A UN GIMNASIO DE LUJO
No necesitas aparatos costosos para realizar actividad física. La puedes hacer en tu hogar, con diferentes materiales que te ayudarán: una toalla o tapete para trabajar el abdomen; botellitas de agua de 600 ml. para hacer resistencia; con ligas o vendas harás fuerza; y puedes usar un palo de escoba para tener peso y hacer sentadillas.
Puedes trabajar la parte aeróbica con movimientos consecutivos de baile, previo ejercicio de relajación y calentamiento para activar tus músculos, con movimientos suaves. Pon la música de tu preferencia y actívate.
SI ESTOY ENFERMO NO PUEDO HACERLO
Practicar una actividad física moderada de forma frecuente puede tener repercusiones muy positivas en tu sistema inmunológico. Si presentas síntomas de enfermedad leve, como estornudos o dolor de garganta podrías realizar ejercicio moderado, siempre y cuando te asesore una persona capacitada.
Si tiene alguna enfermedad controlada, como hipertensión o diabetes, el médico tendría que prescribir el ejercicio. Lo hará siempre y cuando no se contraponga con tu tratamiento médico. No todas las personas son aptas para ciertos ejercicios.
NECESITO DEDICARLE MUCHAS HORAS DIARIAS
Para mantenerte saludable se recomienda el ejercicio activo por lo menos 3 veces a la semana de 30 a 40 minutos, que pueden ser constantes o en diferentes períodos a lo largo del día.
Si eres de los que nunca tiene tiempo para nada, puedes incorporar ejercicios a tus rutinas diarias. Por ejemplo, subir las escaleras en lugar de usar el elevador para llegar a tu oficina; dejar el coche aparcado en tu casa e ir al banco o al supermercado caminando; por las mañanas, dar dos vueltas a la manzana caminando a paso medio y cuando llegues de trabajar dar otra caminata, así te estás activando.
YA ESTOY VIEJO PARA HACERLO, NO LO NECESITO
La actividad física beneficia en todos los aspectos al adulto mayor. Le ayuda a generar equilibrio, lo mantiene activo evitando fatiga, además lo ayuda a conserva su salud cardiovascular; si es hipertenso lo mantiene controlado y si es diabético, hace lo mismo con su glucosa.
Depende del tipo de paciente será el ejercicio. En general, la natación, un baile como el danzón o los movimientos suaves del taichí, son muy recomendables para el adulto mayor. Convivir con un grupo de personas de su edad le hará sentirse mejor. Además el ejercicio físico mejorará su salud mental y evitará trastornos como la depresión.
DEBE HACERSE EL HÁBITO DESDE NIÑO
Esto es una realidad. A los niños hay que inculcarles diferentes actividades desde pequeños para que vayan desarrollando sus habilidades (motrices, de coordinación y equilibrio) y se manifiesten en un futuro. Aunque hagan ejercicio en la escuela, pueden hacer otros en casa o en su tiempo libre, como andar en bicicleta o practicar natación, y no necesariamente de alto rendimiento.
La actividad física es beneficiosa a cualquier edad. Si nosotros nunca hicimos ejercicio, ya de adultos podemos ir adoptando el hábito día a día. Regalarnos unos minutos para estar saludables y por el cuidado de nuestra persona. Así nos mantendremos activos y mejorará nuestra calidad de vida.