Cuando te cuestionan tu estatus legal

La elección incómoda de amor

Dr. Joaquín Alejandro Soto Chilaca/Especial

  · domingo 8 de julio de 2018

Foto: Cortesía

“Sucede que encontré al amor de mi vida, soy feliz, lo he sido por 10 años y contando, pero esa felicidad se empaña cuando mis padres y hermanos cuestionan nuestro estatus legal, esas críticas y juicios me lastiman”, decía Regina, mientras su voz se entrecortaba y sus ojos se nublaban con lágrimas al momento de pedirle que me contara que había motivado solicitar terapia.

Regina había conocido a Santiago hace 10 años en circunstancias poco usuales, refiere, al encontrarse en la oficina de la aerolínea en la que viajaban para el reclamo de equipaje extraviado, ella de regreso de su viaje de graduación y él de regreso de un viaje de negocios dijo Santiago y que más tarde sabría Regina, era en realidad su regreso después de firmar un divorcio producto de una relación inestable y nada gratificante para Santiago, pues este se dio en medio de un batalla legal en la que él no tuvo otra opción que regresar a su país con las manos vacías, ya que su sueño, la empresa constructora que tantos años le había costado formar, había sido una de las propiedades en condición para que su ahora exesposa firmara el divorcio.

“Santiago era un hombre totalmente desencantado y apático al amor, pero sabíamos que algo había surgido después de todas esas horas de espera en la aerolínea y yo simplemente era una recién egresada con esa curiosidad para conocer el mundo, mantuvimos contacto y las cosas fluyeron pese a su renuencia por demostrar efecto, pese a esa idea de coexistir y compartir nuestras vidas de común acuerdo, como si de una negociación se tratara, pero lo que me hizo enamorarme de él fue descubrir su lado más sensible y sincero, y ese miedo por volver a fracasar lo tomamos con calma y trabajamos en esos golpes que le habrían hecho hacerse pasar por un hombre duro e insensible”.

Sin embargo, para Regina la batalla no estaba ganada, y es que provenía de un núcleo familiar conservador, que no veía nada bien la diferencia de edades y el que Santiago fuera un hombre divorciado, lo que implicó cierto distanciamiento con sus padres y hermanos, sin embargo, Regina tenía la certeza de que amaba a Santiago, a pesar del descontento familiar y procuró limar asperezas con mucho tiempo y explicaciones de por medio, sobre todo cuando llegó el momento de decidir vivir juntos.

“Todos y cada uno de mis días con Santiago han sido excepcionales, la gente pone en tela de juicio que no exista un sentido de compromiso en nuestra relación después de 10 años de estar juntos sin querer casarnos, eso que para los demás es el siguiente paso obligado, entonces subestiman lo nuestro porque se encasilla como una relación de juguete”, comentó Regina con cierto hartazgo, y es que si bien ya había logrado llevar la fiesta en paz con su familia, las reuniones con ellos siempre implicaban comentarios y cuestionamientos respecto a cuándo se casarían y abundaban los argumentos de qué tipo de beneficios podría implicar y en la descalificación de su falta de esperanza con esta unión.

El detalle es que nadie se había detenido a preguntar a Regina y Santiago si realmente creían en el matrimonio, Regina, por su parte, respondió a mi cuestionamiento diciendo “Respeto las ideas de los demás al afianzar un compromiso de dos personas ante la iglesia, la ley o ambos, también comprendo perfectamente que este estatus civil podría implicar asegurar beneficios financieros y legales para ambos, sin embargo, siendo estas una de las consideraciones más espinosas en la experiencia del primer matrimonio de Santiago, no nos permitiríamos arruinar lo nuestro por este tipo de protocolos”.

Al pedir a Regina que ahondara más en por qué pensaba que el matrimonio implicaría una ruina en su situación, sorprendentemente contestó de forma puntual que no creía que una fiesta, un acuerdo religioso o un acuerdo legal tuvieran la fuerza para modificar la forma en la que se siente y lo que hace y deja de hacer con Santiago, y que muchas veces lo había intentado explicar a sus padres cuando la colocaban en la silla de los acusados, sin obtener que la escucharan, lo que resultaba desesperante, incluso al grado de que Santiago le propusiera que se casaran si eso hacía que ya no tuviera problemas con la familia, a lo que Regina se negó porque no era una convicción de pareja: “Te amo y te elijo a ti cada día que despierto a tu lado por encima de cualquier persona o situación y sé que tú me elijes a mí sin que ello dependa de un reconocimiento de los demás, eso no nos hace más felices, somos esa decisión constante en estos 10 años y hasta donde ambos creamos en esto que sentimos”, le contestó aquél día, y tuve la certeza de que estaba frente a una mujer que tenía la respuesta que quería encontrar aquí, pero sencillamente, necesitaba transmitir su idea quitándose las armaduras para que sus padres y hermanos pudieran contemplar la honestidad de sus sentimientos y obtener el respeto por su decisión.


Dr. Joaquín Alejandro Soto Chilaca

Médico psiquiatra, sexólogo, psiquiatra forense y psicoterapeuta.

Director de Mindful. Expertos en Psiquiatría y Psicología.

www.vivemindful.com