En innegable que los conocimientos acerca de medicina tradicional son la base de la medicina actual. La rica y variada cultura mexicana también tiene como herencia numerosas curas y remedios tradicionales. Sin embargo, ya en el siglo XXI nos encontramos con varios factores que han provocado fallas y muertes.
El primer factor es la pérdida de la tradición oral, por lo cual ya no se transmite aquella sabiduría completa al fallecer la gente de generaciones pasadas. Hay que recordar que muchos remedios caseros jamás han sido probados en estudios de investigación y la calidad de contenido de la sustancia activa que se va a usar varía demasiado dependiendo de la forma de preparación, incluso del origen de determinada planta o producto.
El segundo es muy importante, que es la contaminación comunicativa por redes sociales o internet. Un ejemplo claro es la búsqueda de la sustancia que desaparece las piedras de la vesícula biliar. ¿Existe? ¡Si! No es una, sino se conocen por lo menos 12 formas naturales y caseras para disolverlas y otro tanto de medicamentos que cumplen esa función.
Pero como todo contrato, hay que leer las letras chiquitas: en el desarrollo de la enfermedad vesicular existen cambios en la forma de este órgano producido por los dolores, formando cicatrices que a la larga provocarán dolor cada vez que la vesícula deba verter bilis al intestino. Resultado: aun desapareciendo las piedras, se va a conservar el dolor con los alimentos que la provocan. Y no tan solo eso.
En varios estudios, realizados tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, se asoció la aparición de pancreatitis aguda – una forma grave y ocasionalmente mortal de inflamación a una glándula digestiva- con el uso de medicamentos, preparados y sustancias que prometían disolver las piedras de la vesícula. Una vez que el tamaño de las piedras disminuya lo suficiente para salir de la vesícula podrá irse por las vías biliares y a menudo queda incrustada en la salida del conducto biliar, activando las peligrosas enzimas del páncreas y provocando una inflamación severa.
Un tercer factor importante: el uso de remedios caseros es auxiliar al manejo médico y de ninguna manera se recomienda suspender los medicamentos, como en el caso de la Diabetes Mellitus. En México si existen estudios que ha realizado el Instituto Politécnico Nacional donde el uso de medicina tradicional junto con los medicamentos tiene mejor tolerancia y apego al tratamiento que cada uno por separado.
Y el último factor que quiero citar es sobre la variabilidad en los resultados. En una situación donde un paciente se recupere de una forma impresionante de una enfermedad por un remedio, no garantiza que el mismo pueda ser útil a otro. Puede no hacer algún efecto, retrasar la curación o provocar daños permanentes o la muerte.
No quisiera que se malinterpretara la medicina tradicional y los remedios, sino que se le dé el debido respeto a ellos porque esta la salud de por medio. Si a veces, una educación profesional mayor a los 8 años que poseemos los médicos no nos permite tener las respuestas adecuadas a cada paciente, mucho menos una vecina o una comadre.
Les invito a tomar el consejo para evitar enojos con los conocidos y preguntar si es de utilidad o no, para saber si se pudiera utilizar para el provecho del enfermo. Un consejo medicinal o de salud creo yo que jamás se da con mala intención y siempre tratando de ayudar al prójimo.
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* Médico cirujano y senólogo
Titular de Cirugía Ambulatoria IMSS UMAA
Máster en Patología Mamaria y Senología
Teléfono: 222-246-16-62