Gozar de salud mental en todas las etapas de nuestra vida (niñez, adolescencia y adultez) es fundamental, ya que, según los expertos, esta influye en la forma en que pensamos, sentimos y actuamos frente a la vida.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como: un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Es un estado de equilibrio emocional, cognitivo y conductual que permite al individuo desenvolverse de manera responsable en su entorno familiar, social y laboral, así como gozar de bienestar y calidad de vida”, dice la maestra en psicología Magali Becerra Romero, “No existe la salud sin la salud mental”, refrenda la OMS.
Enfatiza que en nuestro país la mayoría de las personas con algún trastorno mental son jóvenes con depresión, autismo, trastorno de ansiedad, trastorno de conducta alimentaria y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Otros son el consumo de alcohol, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
La buena noticia es que las personas con problemas de salud mental pueden mejorar, incluso, recuperarse por completo.
SU IMPORTANCIA
“La salud mental y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad colectiva e individual de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida”, subraya. Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud mental son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo.
Apunta que la salud mental individual está determinada por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos. Por ejemplo, las presiones socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo bien conocido para la salud mental de las personas y las comunidades. Las pruebas más evidentes están relacionadas con los indicadores de la pobreza y en particular con el bajo nivel educativo.
“La mala salud mental se asocia asimismo a los cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala salud física, y a las violaciones de los derechos humanos”, enfatiza.
Refiere que también hay factores de la personalidad y psicológicos específicos que hacen que una persona sea más vulnerable a los trastornos mentales.
LOS BENEFICIOS
Tener una salud emocional óptima significa que puedes comprender, superar y controlar los problemas. “Una persona con buena salud mental es consciente de sus pensamientos, sentimientos, emociones, rutinas y comportamientos, capaz de hacer frente al estrés y a otras dificultades que forman parte de su vida habitual; además, poseen relaciones saludables con quienes los rodean”, subraya la psicóloga.
Las emociones afectan directamente a tu organismo (una persona muy ansiosa puede sufrir de presión alta o úlcera estomacal) son respuestas psicofisiológicas que luego se transforman en sentimientos. Por ende, funcionan como “descargas” en un corto periodo de tiempo que, al combinarse con tu voluntad, tu experiencia y otros factores, dan lugar a los sentimientos.
“Es por eso que una persona con buena salud mental es capaz de regular estas descargas o emociones cortas sin perder el control para no verse afectada”, explica “por ejemplo, al perder el empleo o desaprobar un curso puedes entrar en un periodo de ansiedad o depresión, o bien superarlo y comprender que es momento de un cambio para mejorar tu situación”.
CÓMO CULTIVARLA
- Mantente activo
- Descansa
- Come bien (saludable)
- Haz vida social
- Diviértete
- Comunícate
- Relájate
- Ponte metas y objetivos
- Si necesitas, busca ayuda
CONTACTO
- Mtra. Magali Gpe. Becerra Romero
- Psicología Integral de Puebla
- Tel.: 222-156-1904