A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que vivimos en un país totalmente libre, podemos decidir qué hacer, qué tener, con quién estar, cómo vivir, cómo sentirnos, qué pensar y muchas cosas más.
Podemos decidir crecer como personas o podemos decidir todo lo negativo. He llegado a la conclusión de que la persona que no decide algo para su vida, no tiene el derecho de quejarse, no tiene por qué andar criticando y quejándose de lo que está viviendo en su vida si es que no hace nada al respecto, y aunque existen personas que efectivamente no son culpables de lo que están viviendo, también tenemos que entender que somos responsables de lo que hacemos con lo que tenemos. ¿Es fácil? desde luego que no, pero todos y cada uno de nosotros tenemos que tomar la decisión de elegir lo mejor para nuestra vida.
Tenemos que responsabilizarnos por nuestros actos y estar dispuestos a pagar el precio del éxito, sin embargo, existen muchas personas que no han tomado la batuta de su vida y siguen esperando un golpe de suerte, que algo o alguien los saque de su zona de confort, pero eso nunca sucederá si no tomamos la responsabilidad y dejamos de echarles la culpa a todas las circunstancias a nuestro alrededor.
Hoy más que nunca los mexicanos estamos pensando que una persona nos librará de la esclavitud mental que existe, de la corrupción, de la injusticia, de la infidelidad, y de muchas cosas más, pero no se han dado cuenta que la esclavitud empieza en la mente, de los pensamientos negativos de la queja, de la envidia y de sentimientos de rencor que nos envenenan y no nos dejan avanzar.
¿Queremos que nuestro país cambie? Empecemos por nosotros, empecemos por respetar a nuestra esposa(o) por ser empleados que no roban tiempo a sus jefes, en ser jefes que no abusan de sus trabajadores, en ser padres que buscan ser ejemplos para sus hijos(as) sabiendo que ellos son la próxima generación.
No seamos engañados, una persona no puede cambiar el país, Dios nos está demandando responsabilidad a cada uno de nosotros, responsabilicémonos de nuestros pensamientos, de nuestras acciones y los resultados llegarán.
México necesita gente responsable, gente que decida crecer y sumar a nuestro país, ¿no queremos que haya corrupción? no seamos corruptos, ¿no queremos que exista abuso de nuestras autoridades? no abusemos si tenemos personas a nuestro cargo.
Vamos, responsabilicémonos de nuestra vida, decidamos y no nos quejemos más.
El mundo está esperando que hombres y mujeres se levanten con su ejemplo, que vayamos en contra de la corriente y que empecemos por nuestra casa.
*Mario García/www.mariogarcia.com.mx