Sabemos que la muerte es parte natural de la vida, pero aun así nunca estamos preparados para perder a un ser amado. Probablemente, sobrellevar la pérdida de un padre, un hermano o un hijo, es uno de los mayores retos que podemos enfrentar.
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Todos reaccionamos diferente ante la muerte y echamos mano de nuestros propios mecanismos para sobrellevar el dolor que esta conlleva, pero para algunas personas puede ser muy difícil superar la aflicción por la pérdida porque esto abre un proceso interno de dolor muy fuerte.
“Cuando llega el momento de decir adiós nos dolemos por la partida, porque sabemos que ya no vamos a tener a esa personas con nosotros, que vamos a tener que aprender a vivir con su recuerdo y tenerla cerca de otra forma, en el corazón, en el pensamiento, través de su legado, las enseñanzas y recuerdo que vivimos”, refiere Cristina Guiza, tanatóloga y conferencista.
Desapegarnos del ser amado que fallece nos cuesta porque es el amor lo que nos vincula como personas, y la muerte de un ser querido abre un proceso interno de dolor provocado por la pérdida, que se conoce como duelo.
El dolor por la ausencia es normal, todos nos dolemos por la ausencia de un ser querido, pero un dolor que no se trabaja (de forma personal) puede dar lugar al sufrimiento, y el sufrimiento es un dolor que se encarna en la persona y puede generar amargura, si no se reconoce. Hay personas que viven enojadas con la vida, con dios, incluso, con su ser querido porque sienten que los abandonaron explica.
“Cuando nuestro ser amado fallece, conservamos su memoria, lo que esa persona representó en nuestras vidas, como su amor, la compañía, el apoyo. Nosotros no seríamos quienes somos sin la presencia de ese ser querido en nuestra vida porque todos dejamos una huella en el corazón de las personas que nos rodean, y es a través de ese legado que nosotros encontramos un propósito de vida después de la pérdida”, subraya.
La especialista asegura que todos los seres humanos tenemos dos cualidades que nos son dadas desde que llegamos a este mundo, una es la resiliencia y la otra es la adaptación. La primera nos permite resurgir de una situación extrema para superarla; y la segunda es la capacidad que tenemos de adaptarnos al entorno y a las circunstancias que la vida nos presenta.
Si una persona no supera el duelo no quiere decir que se haya quedado atorada eternamente, ahí es donde se convierte en sufrimiento, porque sigue su vida pero tiene en el fondo de su corazón esa espinita que se quedó ahí clavada y encarnada. Entonces hay una sombra que no le permite tener la plenitud ni la paz a la que tiene derecho puntualiza.
Descubre tu propósito de vida después de una pérdida
Si perdiste a un ser querido, te está costando trabajo encontrar tu propósito de vida, y crees que no puedes continuar tu existencia sin esa persona, asiste a la conferencia “Descubriendo un propósito de vida después de la muerte” que Cristina Guiza impartirá el jueves 24 de octubre a las 16:30 horas en la funeraria Valle de los Ángeles, es sin costo.
Es una plática de la que se van a llevar algo para ponerlo en práctica cuando lleguen a su casa. Además vamos a tener oportunidad de hacer una ofrenda, se les invita a que lleven una fotografía de su ser querido para hacerle un homenaje especial detalló.
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Cristina Guiza imparte pláticas, talleres y ofrece terapia presencial en la funeraria Valle de los Ángeles, ubicada en 31 Oriente 1212, colonia El Mirador. Todos los servicios tanatológicos que ofrece son sin costo y van dirigidos al público en general. Lo único que necesitas es acercarte a la funeraria o pedir informes al teléfono 222-237-4455.
