|El Sol de México|
No obstante las limitaciones presupuestales para labores deinvestigación de fondo, científicos del Instituto de Geofísica(IGf), de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, y delInstituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), descubrieronque en el interior de la pirámide de Kukulkán, en Chichén Itzá(Yucatán) existe una segunda subestructura (pirámide).
En los años 30 se encontró una primera subestructura dentro dela pirámide. Ahora, con una tomografía eléctrica tridimensional,los universitarios hallaron una más, dentro de la primera.
De acuerdo con el INAH, Chichén Itzá fue la capital mássobresaliente del mundo maya y hoy en día, esa ciudad fundada enel año 525 de nuestra era sigue sorprendiendo al mundo entero,luego de que se descubriera un cenote bajo la pirámide central, eltemplo de Kukulcán.
[caption id="attachment_517445" align="aligncenter" width="615"]Foto: Instituto de Geofísica[/caption]
El descubrimiento fue confirmado con la tomografía, que permite“mirar” al interior de la estructura; es una tecnología noinvasiva y única en el mundo, desarrollada por el equipo deinvestigación en el que participan René Chávez Segura, GerardoCifuentes Nava y Esteban Hernández Quintero, del IGf, AndrésTejero Andrade, de la FI y Denisse Argote, del INAH.
Durante un panel explicaron que en esta segunda y última fasedel trabajo de campo (2015-2016), financiado por DGAPA-PAPIIT y laCoordinación de la Investigación Científica de esa casa deestudios, se “reconstruyó” e “iluminó” el interior de lapirámide, se verificaron sus etapas constructivas y se precisóqué ocurre con su estructura, informaron en rueda de medios.
La metodología, el tipo de estudio que se realizó conelectrodos planos para escrutar al interior de un edificio o ver elsubsuelo de un inmueble, es totalmente nueva dentro de lageofísica, no solo en México, sino a nivel mundial, remarcóChávez Segura.
En una primera etapa se descubrió que la misma pirámide mayaestá construida sobre una oquedad: un cuerpo de agua o cenote,recordó el científico, quien señaló que después se planteó elinterés por parte de los arqueólogos de saber si dentro de lapirámide, también conocida como “El Castillo”, existían másestructuras. De ese modo, con la técnica no invasiva, que no dañael patrimonio histórico de la nación, se iluminó elinterior.
La tomografía eléctrica consiste en colocar detectoresalrededor de los diferentes cuerpos de la pirámide (10 en total,tomando en cuenta la base) y enviar corriente eléctrica alsubsuelo mediante una serie de electrodos, que también permitenmedir de manera simultánea la diferencia de potencial yfinalmente, la resistividad del subsuelo.
Gracias a eso se detectó una subestructura por debajo de laprimera, se observa una rampa, seguramente una escalinata, y laprobable existencia de un adoratorio. La altura de la más antigua(descubierta por los universitarios) es de alrededor de 10 metros,más el mencionado adoratorio, y de la encontrada en los años 30,es de 20 metros, refirió Cifuentes Nava.
En su oportunidad, Argote explicó que se desconocía si en lapirámide había más etapas constructivas, uno de los objetivos deiluminar por dentro la estructura de El Castillo.
A través de estudios de termoluminiscencia y de fechamientosabsolutos que se hicieron recientemente, se determinó que elperiodo habitacional más importante de Chichén Itzá se divide entres etapas: de los años 550 al 800 d.C., correspondiente a unaetapa de “Mayas puros”.
Del 800 al 1000, momento transicional, cuando llegan pobladoresdel centro México y comienza el estilo Maya-Tolteca y por último,del 1000 al 1300, d.C., cuando ocurrió la decadencia delasentamiento.
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