Presencias fantasmales, apariciones, espíritus chocarreros, almas en pena y sonidos inexplicables forman parte de las leyendas de terror que rodean a la emblemática Casa de Los Enanos, ubicada en el 1702 de la Avenida Juárez en Puebla.
Tales relatos, que tocan el terreno de lo paranormal, cobrarán vida este 4 de octubre ya que el inmueble abrirá sus puertas para ofrecer a los poblanos la experiencia más terrorífica de sus vidas.
Para los que no le tienen miedo a los espantos, podrán vivir una experiencia más aterradora cenando en el ático de la casa en grupos reducidos que incluyen giveaway/foto y recorridos guiados con acceso a zonas desconocidas.
¡¡Qué susto!!
Las cenas serán servidas en tres tiempos por reconocidos chefs de la ciudad y maridadas con champagne Veuve Clicquot.
La Casa de Los Enanos permanecerá abierta hasta el 11 de noviembre, de jueves a domingo, y miércoles el 31 de octubre en horario de viernes.
- Horario: Jueves 17:00 a 23:00 horas, viernes 17:00 a 00:00 horas, sábado 15:00 a 00:00 horas y domingo 15:00 a 23:00 horas.
- Acceso $100.00
- Boletos: Mistertennis, El Palacio de Hierro, CCU o https://bit.ly/2Nnugq5
- Facebook: @HauntedMexicoStudios
- CENAS VIP: 17, 24 y 31 de octubre y 7 de noviembre
- Horario: 18:00, 20:00 y 22:00 horas
- Costo: $850.00 por persona
- Facebook: @maludyexperience
- Whatsapp: 2212-155986
- www.maludyexperience.com
HISTORIA
Cuenta la leyenda que los primeros habitantes del inmueble eran hermanos, quienes tuvieron hijos entre ellos. Los niños eran deformes y de baja estatura, por lo que los padres mantenían la propiedad cerrada para evitar a los chismosos.
Otros aseguran que ahí se organizaban fiestas paganas y, para no ser vistos, los participantes entraban y salían por un pasadizo que da a un estacionamiento en Paseo Bravo.
Lo que cuenta la historia es que en 1890 la familia Giacopello la construyó y la habitaron hasta que una de sus hijas se suicidó en el despacho. La casa permaneció abandonada hasta 1930, cuando Rogelio Rodríguez y su esposa la compraron.
Tras la muerte de su marido ella se volvió una mujer reservada. Las ventanas de la casa se abrían gradualmente durante el día para que los muebles no se estropearan y los cuidaba tanto que ni a sus nietos les permitía jugar adentro.
Por eso les mandó a hacer muebles a su medida en el jardín, donde ellos pasaban horas jugando. Cuando la gente se asomaba veía los muebles pequeñitos y a los niños jugando, por lo que pensaban que estos eran enanos; además, la gente notó que el timbre y la mirilla estaban a la altura de la cintura, lo que favoreció esta hipótesis. De ahí que el inmueble sea nombrado como “La Casa de los Enanos”.
Se dice que la anciana murió sola en 1988. En cierta ocasión un grupo de trabajadores remodelaba una habitación del segundo piso y empezaron a escuchar gritos horribles de una mujer; al asomarse vieron una persona cubierta por un manto y llorando.
Es inevitable sentir curiosidad por los secretos que ahí se encierran, ¡muchos más!, porque en cierta ocasión se solicitaron personas para el servicio y un anuncio en la reja ponía como único requisito “estómago fuerte y absoluta discreción”.
¿Te atreverías a entrar?