Melchor, Gaspar y Baltazar, protagonizaron la tradicional partida de rosca que ofreció el Museo Amparo para más de 400 personas, que arribaron en familia o entre amigos a la terraza del recinto donde tuvo lugar el evento.
Los Magos de Oriente fueron los encargados de partir el primer pedazo de la rosca junto con Otrebor, el dino dragón mágico, quien es el anfitrión de los niños en el museo y este día se convirtió en el cuarto rey mago.
Para acompañar la rosca de aproximadamente 20 metros de largo, se ofreció un rico chocolate caliente que todos disfrutaron en feliz convivencia y sacándose fotos con los Reyes Magos, quienes además entregaron regalos y dulces a los pequeños.
Muchos fueron los que sacaron un muñequito en la rosca, y entraron a una rifa en la que algunos se sacaron piñatas gigantes, pero fue José Pablo Rivero, el afortunado en apadrinar al Niño Dios para llevárselo a su casa y resguardarlo todo el año hasta diciembre, una bonita tradición del Museo Amparo.
El coro Nscena fue el encargado de amenizar el evento, que fue encabezado por Silvia Rodríguez, coordinadora de Comunicación del museo y su equipo de trabajo.