La pandemia del Covid-19 no ha podido detener la actividad vitivinícola, le habían anunciado a Zalacaín sus amigos metidos en el mundo del vino español, quienes se mostraron felices en la video llamada por haber asistido a la celebración de los 40 años de la Denominación de Origen Rueda, uno de los principales estímulos para el cultivo de la uva Verdejo, autóctona de la zona.
Infinidad de veces Zalacaín había recorrido la zona comprendida entre Valladolid, Segovia y Ávila, especialmente en La Seca, Nava y Serrada, donde la Verdejo lleva cientos de años, según los historiadores desde las épocas de Alfonso VI en el Siglo XI se conoce de la uva asentada gracias a los mozárabes quienes la llevaron a España.
Los vinos de Rueda no fueron muy populares en el pasado, el aventurero los recordaba considerados antes de la Denominación de Origen como “vinos peleones” y no eran reconocidas sus características de nariz y boca herbáceos y bien compensados en acidez gracias a su sabor frutal y un poco amargoso, la mezcla es muy agradable al paladar.
Pero quizá el peor enemigo de los blancos de Rueda haya sido la escasa cultura de los consumidores, quienes por aquellas épocas consideraban a los “tintos” por encima de los blancos. Era común en el pasado escuchar “el mejor blanco es el tinto” y con ello fueron despreciados de los establecimientos los vinos blancos de toda España, los gallegos incluidos.
Antes de la Denominación de Origen, a los vinos de Rueda se les conocía como de “Tierra de Medina”, por Medina del Campo, y gracias a las órdenes monásticas se dio la siembra de la Verdejo, muy resistente al frío, a los calores extremos y a la sequía, el refranero popular decía de la zona donde se adaptó la Verdejo “Nueve meses de invierno y tres de infierno”. Luego aparecerían las uvas Viura, Palomino, sembrada después de plaga de la Filoxera, y la Sauvignon Blanc. Con el paso de los años los viñedos se vieron aumentados en el cultivo de las tintas, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y la maravillosa Garnacha, una de las preferidas del aventurero Zalacaín.
Sin embargo, la aportación más novedosa es la presencia de la Chardonnay, y en estas fechas el ciclo de su maduración es óptimo al lado de la Sauvignon Blanc, con lo cual los festejos de los 40 años de la Denominación de Origen de Rueda toman una proyección especial, pues la uva francesa por excelencia, la más noble del mundo según los expertos, para los vinos blancos ha sido aceptada oficialmente en la DO.
La vendimia además trae otra sorpresa le habían dicho sus amigos, se trata de la producción del “Gran Vino de Rueda”, una especie de nueva categoría con base en la colecta de uvas de los viñedos de más de 30 años de antigüedad.
Zalacaín se trasladó mentalmente a la escena de la vendimia en Medina del Campo y a tantas otras donde en el pasado era invitado.
Septiembre mes de vendimia, y ahora, en medio de la pandemia, se aparecen los festejos como una luz en el fondo del túnel.
Vaya con los vinos de Rueda, para unirse a la video llamada, Zalacaín buscó entre sus “guardaditos” algún Verdejo y encontró tres, un Marqués de Riscal, un Palacio de Bornos y un Protos, por supuesto eligió el último y brindó a la distancia por los 40 años de la Denominación de Origen de Rueda.
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- YouTube: El Rincón de Zalacaín
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