Ejercicio oncológico, los beneficios para mejorar la calidad de vida

La activación muscular en pacientes con cáncer debería acompañar al tratamiento de fármacos, ya que busca un efecto global en su bienestar

Erika Reyes | El Sol de Puebla

  · lunes 21 de septiembre de 2020

Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Hacer ejercicio llena de vitalidad a cualquiera, siempre y cuando se haga de forma adecuada y adaptándose a las capacidades y necesidades de la persona, pero ¿sabías que existe el ejercicio físico oncológico orientado al bienestar de los pacientes con cáncer?

“En México los doctores se limitan a prescribir los distintos tratamientos conocidos para el cáncer y la prescripción médica nunca incluye la activación muscular”, asegura Enrique Varela, maestro en Ciencias de la Salud, entrenador de fuerza y acondicionamiento físico especializado en Ejercicio Oncológico.

Expone que, como ejemplo, en países europeos bajo cualquier patología la prescripción médica de la activación muscular es fundamental. Van mucho más allá, ya que esta busca un efecto global de la mejora del paciente es sus capacidades físicas, disminución de fatiga y malestar provocado por el tratamiento farmacológico (como quimioterapia).

ORIENTADO A LA MASA Y FUERZA MUSCULAR

“Es el ejercicio indicado para pacientes con cáncer y en tratamiento oncológico. Debe estar fundamentalmente orientado al mantenimiento de la masa y fuerza muscular. Para evitar lesiones secundarias, el plan de ejercicios tiene que ser siempre personalizado y adaptado al individuo, al tipo de tumor y al tratamiento”, advierte.

Enfatiza que el diseño del entrenamiento y su planificación debe estar a cargo de entrenadores profesionales especializados y también bajo la supervisión de los médicos del paciente. El ejercicio oncológico está diseñado para ser realizado en cualquier etapa de la enfermedad, sin embargo y por experiencia propia, más de la mitad de los entrenamientos se llevan a cabo en etapas de tratamiento y quimioterapia, subraya.

Enrique Varela, Strenght & Conditioning Coach / Foto: Cortesía Enrique Varela

El entrevistado refiere que el entrenamiento ayudará a reducir uno de los síntomas más frecuentes asociados al cáncer: la astenia o cansancio, que paradójicamente no se alivia con el reposo, sino con la práctica de la actividad física.

Asegura que también mejora el estado de ánimo y puede ayudar a aumentar las ganas de comer. Otro beneficio potencial es el mantenimiento de la masa muscular que, con frecuencia, disminuye durante los tratamientos.

En términos generales la estructura de un plan de entrenamiento se basa en las siguientes recomendaciones:

1. Antes de iniciar el programa de ejercicio se requiere una evaluación previa sobre la situación de la enfermedad, efectos secundarios de los tratamientos y otras condiciones médicas.

2. Fijarse un objetivo de 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada dividido a lo largo de 3 a 5 días y ejercicios de resistencia al menos dos días a la semana.

3. Todas las sesiones deben incluir un periodo de calentamiento y otro de enfriamiento.

4. Se recomienda que el ejercicio se haga supervisado y en grupo si es posible, porque el ambiente produce un beneficio superior.

5. Durante el tratamiento quimioterápico, si existe leucopenia (o defensas bajas), no hacer ejercicio en lugares cerrados con aglomeración de gente, como un gimnasio o una piscina, porque hay más riesgo de ser contagiados por algún tipo de germen.

BENEFICIOS EN EL PACIENTE ONCOLÓGICO

1. Menos fatiga y cansancio

2. Mejora la autoestima y disminuye el desánimo y la depresión. Favorece las relaciones sociales

3. Reduce la ansiedad y el estrés

4. Menos náuseas y vómitos

5. Disminuye el dolor al potenciar el sistema endocannabinoide (involucrado en varios procesos fisiológicos que incluyen apetito, dolor, humor)

6. Reduce los efectos secundarios de la quimioterapia o del tratamiento hormonal

7. Retrasa la aparición de debilidad y fuerza muscular, lo que se denomina sarcopenia

Foto: Sandro Franco | El Sol de Puebla

8. Menor riesgo de osteoporosis

9. Descenso del riesgo de trombosis venosa, que está incrementada en el cáncer

10. Mayor supervivencia, tanto para el cáncer como para otras patologías no oncológicas (diabetes, hipertensión, eventos cardiovasculares y otras).

11. Promueve la capacidad de vivir con independencia y sin necesidad de ayudas, disminuye el deterioro funcional.

12. Mejora la calidad de vida

“El plan de entrenamiento es único, diseñado para cada paciente de acuerdo con las valoraciones físicas, médicas y al grado de avance de la enfermedad. No existe contraindicación alguna”, concluye. Contacto: 221-161-8342, Facebook: Enrique Varela Strenght & Conditioning Coach