Bien, antes de empezar a hablar del poder de la seducción tanto en mujeres como en hombres, tomaré una de las definiciones más comunes de seducción para enmarcar el tema.
La seducción es el acto de seducir, de inducir y persuadir a alguien con el fin de modificar su opinión o hacerle adoptar un determinado comportamiento según la voluntad del que seduce. Aunque suele emplearse para referirse a intentos de conseguir interacciones de tipo sexual. El término puede tener una connotación positiva o negativa, según se considere mayor o menor cantidad de engaño. Etimológicamente, "seducir", proviene del latín seductio (acción de apartar).
Una vez abierto el panorama puedo entrar en el tema en forma directa comentando que, básicamente, la seducción tiene un alto porcentaje de emocionalidad ya que las emociones son el centro focal sobre el que se desencadenan un sin número de comportamientos en hombres y en mujeres.
Si tienes claro tu momento de vida que, en general, comprende tu edad biológica, cronológica, sexo, cuerpo, emoción, mente, espíritu y alma, entonces tienes tu especial punto seductor ante ti mismo(a), ante los demás y ante la vida misma.
¿Cómo te atraes o te percibes a ti mismo (a)? ¿lo tienes claro o nunca te lo has planteado conscientemente? La seducción puede ser natural o adquirida (la que aprendes), pero también puede ser natural y adquirida (naces con naturaleza seductora y la expandes).
De forma natural es cuando alguna parte de nuestro cuerpo resalta de sobre manera llamando la atención de los demás y causando el deseo de la persona hacia nosotros. Pero si esa parte de nuestro cuerpo nos provoca conflicto individual, entonces entramos en una fase de lucha constante o intermitente en la que ese “poder”, de seducción natural se vuelve en contra en vez de a favor y es entonces que te puedes sentir utilizado (a), maltratado (a) o abusado (a). Por ejemplo, si eres mujer con senos grandes o pequeños y ello es tu punto natural de seducción hacia los demás, pero te causa conflicto a ti misma, entonces tus senos se vuelven un problema para ti y no una ventaja, tratas de ocultarlos o sobreexponerlos, dependiendo el caso. Lo que te va sucediendo es que puedes llegar a tal punto que estés tan enfocada en el conflicto que esto te produce, que te pierdas en una mala seducción en la que atraes aquello que quieres evitar como sería la crítica o el deseo malsano de los demás y ello puede mantener inhibido tu poder seductor natural que te haría sentir muy bien y muy plena y, en consecuencia, mucho más segura.
Un ejemplo, en el caso de los hombres, puede ser que el punto natural de seducción sea tu pene, de igual forma si te encuentras en conflicto con él ya sea por su tamaño, contextura, grosor o si está circuncidado o no; esa natural seducción se vuelve en tu contra y te la puedes pasar justificando el porqué es de tal o cual forma y tamaño y pierdes el foco seductor personal y te puedes encontrar que tu forma de atraer a los demás sea en forma de crítica o de insatisfacción constante.
Empieza por darte cuenta de la importancia que tiene el encontrarse armonizado (a) hacia la naturaleza individual de sí mismo (a).
Por otro lado, está la forma adquirida de seducción que es cuando nosotros mismos explotamos por medio de nuestra imagen la parte más bonita o llamativa para atraer a los demás.
Esta seducción puede aumentarse en hombres y mujeres en la manera de poder diferenciar su comportamiento social por medio de mecanismos físicos, emocionales, mentales, sexuales, morales y verbales, por mencionar los más destacados.
Así te puedo mencionar que, en el caso de la voz, cuando se emite desde la parte genital es altamente seductora con expresiones como: ¡hola guapo!, ¡te vez encantadora! o eres más bella de lo que pensé y otros comentarios como: ese vestido que te pusiste es verdaderamente atractivo, la loción que usas queda con tu personalidad, el traje que traes te sienta perfectamente.
Todas estas son frases altamente seductoras que, en combinación al espacio, luminosidad, comida etc., crean diferentes ambientes que enmarcan una seducción perfecta.
Es importante también que, una vez que tienes identificadas tus cualidades de seducción, analices, primero, si tienes una intención de seducción para que evites sorpresas inesperadas que no siempre son agradables.
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