Desde que el hombre existe, ha apreciado las fragancias que lanaturaleza le ofrece. A tal grado que, los agradables aromas que deésta se derivaban, fueron ofrecidos para comunicarse con susdioses y rendirles culto.
La extracción de perfumes se practica desde tiempos remotos. Sedice que Plínio, en el siglo XIII antes de Cristo, le da origen ala perfumería en los países de Oriente al usar almizcle,incienso, mirra, ámbar y jazmín. Sin embargo, se sabe que 3000años a.C. se utilizaba el incienso.
Echemos un vistazo hacia los orígenes del uso y la extraccióndel perfume.
LOS EGIPCIOS. A través de pinturas y relieves se comprueba quelos egipcios usaron el perfume para su cuidado personal. Lasfragancias pasaron de Oriente a Egipto.
Las sustancias aromáticas jugaron un papel crucial en la grancivilización de Egipto a través de dos formas: como fumigacionesy con el uso de bálsamos y ungüentos. En la primera, se colocabanmaderas, frutos, resinas o especias sobre una base de calor,desprendiéndose agradables aromas. Poco a poco, este tipo defragancias fueron entrando a los templos perfeccionando cada vezmás la técnica.
Los ungüentos y bálsamos eran aplicados sobre heridas o pielsana. Dependiendo de la finalidad: terapéutica o estética. Seempleaban productos grasos como aceite vegetal o grasa animal paraabsorber los olores de resinas y flores. A esto le añadíanproductos curativos y colorantes. Se conservaban en vasijas.
LOS HEBREOS. El pueblo Hebreo usaba los perfumes tanto para lostemplos como para enterrar a sus muertos. Esto se encuentradescrito en la Biblia. Los empleaban para rituales funerarios yreligiosos. Sin llegar a aplicarlos para el aseo personal ya queestaba prohibido. No obstante, existen otros testimonios quecontradicen lo anterior.
De lo más usado para elaborar bálsamos y perfumes era lacanela, el alcanfor, la nuez moscada, el clavo así como algunassustancias vegetales.
LOS GRIEGOS Y ROMANOS. De Egipto adoptan los griegos el placerpor los perfumes. A su vez, los griegos los difunden a los romanos.Aunque, tanto griegos como romanos fueron los que retoman elperfume para el aseo personal.
Las fragancias se utilizaban para el cuerpo tanto para la vidasocial como para la religiosa. Existían en forma de crema, pomada,aceite o líquido como las que conocemos actualmente.
Los romanos los usaban para aromatizar los baños, lashabitaciones, los muebles, etc. Incluso hasta en los velos cuandollegaban a tener representaciones escénicas con el fin de extenderlos aromas sobre los espectadores.
AL FRASCO. Para llegar a un frasco, el perfume tuvo que recorrerun amplio camino. Se requirieron siglos para que el hombre llegaraa dominar las técnicas para obtener esencias de las plantas.
Son miles de personas las que se mueven en torno a la industriadel perfume. Desde las mujeres que recolectan las flores delavanda, los “narices” que buscan el aroma perfecto, elcreativo que diseña la botella, los obreros de las fábricas queguardan los finos frascos de un perfume, el publicista que realizala campaña para lanzar la fragancia, hasta usted y yo quedecidimos comprarlo para volverlo una forma de diferenciaciónpersonal.
EL JABÓN. Los egipcios ya usaban un producto “jabonoso”elaborado en base a agua, aceite y ceras vegetales o animales. Estafórmula se empleaba también por griegos y romanos.
El jabón de Marsella, precursor de los jabones actuales,aparece en el siglo XV, preparado con grasas vegetales. Laindustria de jabones florece en el Mediterráneo por la presenciadel aceite de oliva y la sosa natural.
Hoy por hoy, el perfume se ha vuelto más que una mezcla deaceites esenciales aromáticos, alcohol y un fijador. Es un mediode manifestar nuestro estilo personal. Ha llegado a ser más que uncomplemento. En ciertos casos es, una forma de identificar orecordar a una persona.
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