“La belleza cuesta” o “para estar guapo hay que sufrir” son algunas de las frases que se usan al hablar de la estética, pero, ¿el sufrimiento de quién? Los veganos lo tienen claro: el de los animales. Una idea presente especialmente entre los más jóvenes, gracias, en parte, a las redes sociales.
VEGANISMO EN NÚMEROS
Este rechazo que la sociedad muestra cada vez más hacia ese sufrimiento animal, crece a la par que lo hace la comida vegetal: según la Unión Vegetariana Internacional, existen en el mundo 600 millones de veganos.
Por y para ellos, no solo la industria alimenticia ha tenido que renovarse: el veganismo ha logrado su impacto en otros sectores como el textil o… el cosmético. Para este último, además de sumarse la mayoría de marcas a la política “cruelty free” (productos libres de experimentación animal), surgen marcas propiamente veganas.
Estas firmas nacen precisamente por coherencia con una filosofía de vida basada en el respeto a la naturaleza y a todos los seres vivos, la honestidad, la excelencia, la sostenibilidad y la transparencia”.
Se trata de un mercado cada vez más en alza: según datos publicados por la consultoría Lantern (www.lantern.es/), en 2020 el mercado global de productos “veggies” alcanzará los 5 mil millones de dólares.
LLEGAN LOS “VEGGINFLUENCERS”.
La representación de este sector juvenil y mayoritariamente femenino podemos encontrarla en algunas ciberactivistas, “influencers” o artistas de las redes sociales. Jóvenes que, además de compartir su talento o experiencias en internet, se suman a un estilo de vida “veggie” del que conciencian a sus seguidores.
Es el caso de Jules quien, tanto en Instagram (@HeyItsJules) como en Twitter (@ItJules) acumula algunos miles de seguidores y que, además de como modelo, colabora como maquilladora con varios fotógrafos compartiendo también sus propios “looks” y maquillajes.
Esta joven tiene claro lo que la motivó a decantarse por una cosmética “cruelty free” y/o vegana: “fue un sentimiento de rabia e impotencia al ver las barbaridades que hacen a los animales para que los seres humanos podamos disfrutar de productos, por ejemplo, para el maquillaje”.
“El ciberactivismo está a la orden del día y creo que es importante hacer uso de las RRSS para concienciar a la gente”, dice la joven. Jules asegura que “no hay ninguna necesidad de experimentar en animales” y añade que “la experiencia con esta cosmética es mucho mejor, ya que no formas parte de un sistema opresor que maltrata a los animales”.
Ya sea con cosmética de elaboración propia, o adquiriendo la de marcas que apuestan por el veganismo o por la filosofía “cruelty free”, parece que cada vez más jóvenes tienen claro que la belleza no tiene por qué ir de la mano con el sufrimiento animal.