Los loros son aves que, gracias a su carácter alegre y su habilidad de copiar sonidos, entretienen a quienes se dan a la tarea de enseñarles palabras que, no podemos negarlo, muchas veces son altisonantes. Tristemente algo que es necesario mencionar cuando hablamos de estas aves es que, por el tráfico ilegal, padecen maltrato al ser extraídos de su hábitat natural y en nuestro país es ilegal tenerlos como mascotas.
Si alguna vez has deseado uno, debes saber que no existe ninguna raza mexicana que esté permitido tener en casa; el único que podríamos poseer sin problema es el loro gris africano, del cual existen varios criaderos que se pueden encontrar por internet, asegura Carolina Flores, experta en animales exóticos.
A pesar de la prohibición existen muchos que ya están presentes en los hogares y entre los que más frecuentemente encontramos están los loros del Amazonas, comúnmente conocidos como cabeza amarrilla o cachetes rojos, los verdes con diferentes tonalidades en la cabecita; estos por ser grandes son más resistentes a ciertas situaciones como la dieta, pues normalmente les dan muy mal de comer; son bastante simpáticos, hablan mucho, silban y cantan, por eso es muy padre tenerlos, dice la entrevistada.
DALE LOS CUIDADOS QUE NECESITA
Por estar prohibido no te recomendamos que adquieras uno, lo que sí podemos y debemos pedirte que, si ya lo tienes, le brindes todos los cuidados que requiere para que, como sea que lo hayas adquirido, tenga la mejor vida que sea posible, aunque esté en cautiverio.
Para tu tranquilidad, Carolina comenta que, si crees que por llevarlo al médico te puedes meter en problemas, no te preocupes, porque los veterinarios no tienen la obligación de reportar si alguien tiene uno; por eso puedes estar seguro de que, si lo llevas, recibirá la atención que necesita para estar sano por más tiempo. Ten en cuenta que un loro puede llegar a vivir entre 50 y 60 años.
Es muy importante alimentarlo adecuadamente y que tenga un buen alojamiento, así él va a estar bien; una mala dieta genera un problema metabólico y eso hace que el pico crezca en exceso, que no desarrolle bien el plumaje o que tenga ciertos cambios en su cuerpo.
¿QUÉ REQUIERE?
La especialista explica todo lo que necesitas hacer para que tu lorito viva en las mejores condiciones:
1. Su jaula: tiene que ser amplia para que pueda estirar sus alas completamente hacia todos lados y haga ejercicio. No lo tengas en una pequeña como capsulita, donde no puede estirarse, caminar ni hacer nada. Imagínate estar encerrado en un espacio tan chiquito por 50 años o más.
2. Limpieza: lava su jaula por lo menos una vez a la semana (la puerta debe ser amplia para sacarlo sin problema). Usa jabón y un poco de cloro para desinfectar y evitar que se acumulen bacterias. Ya que esté bien lavadita, lo vuelves a introducir.
3. Perchas: debe ser de madera para posarse y agarrarse con las patas, para morderlas y que pueda desgastar así sus uñas y su pico, porque este le crece constantemente y, si no lo lima, llegaría al grado de no poder abrirlo para comer. Las de metal lo lastiman.
4. Dieta: lo mejor son las croquetas especiales (puedes encontrarlas en Petco o por internet), que ya vienen balanceadas con vitaminas y minerales para tratar de darle lo más que se pueda de lo que en vida libre obtendría. Puedes darle ciertos alimentos como premios, en pequeñas cantidades, no en exceso porque les provocan problemas digestivos. Dale de vez en cuando un poco de frutas o verduras, el chile les gusta y no les pica. Las semillas de girasol tienen mucha grasa, en exceso causan obesidad; el maíz entero los “tapa”, porque es difícil de digerir.
5. Bebida: Deben tener agua a libre acceso, un recipiente un poco amplio para que pueda meterse a lavar la cabeza cuando lo deseen.
6. Baño: báñalo una vez a la semana, para eso rocíalo con un atomizador o una manguera que expulse agua atomizada dentro de su jaula o, si es muy dócil, fuera de ella, para que abra las alas, se moje todo el plumaje y así incentives el comportamiento de limpiar sus plumas, para evitar acúmulos de bacterias, que les dan comezón, se rascan y se lastiman.
7. Asolearlo: sácalo al sol por lo menos dos horas diarias, con cierto acceso a la sombra para que no se queme, esto ayuda a mantener sano su plumaje.
8. Entretenimiento: debe tener juguetitos de madera para que desgaste el pico y para que no se aburra y aprenda cosas nuevas, palabras, sonidos, interactúa con él: sácalo de la jaula, ayúdalo a que entienda lo que sí y lo que no está permitido, porque los loros pueden ser agresivos si nunca los sacamos de la jaula. Son muy inteligentes, ayúdalo a desarrollar habilidades que lo mantengan entretenido y evite el estrés.
9. Visitas al doctor: debe ir al menos dos veces al año, para que le revise el plumaje, las uñas, sus evacuaciones, ver si es necesario hacer algún procedimiento como limado del pico o recortar las plumas un poco (no las alas, esas plumitas vuelven a crecer; es como cortar el pelo) para que no vuele mucho si lo quieres tener libre en casa, aunque esto no se recomienda tanto porque se puede lastimar con los muebles o paredes.
10. Enfermedades: una desparasitación se hace solo si es necesaria, previo examen de heces; no requieren vacunas, son susceptibles a enfermedades respiratorias, por lo que hay que mantenerlos protegidos de corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura, también pueden sufrir enfermedades digestivas o daños al hígado, por la dieta.
¿CÓMO ES SU CARÁCTER?
Son muy cariñosos, pero son selectivos con las personas; aunque en casa vivan cinco, van a elegir a una con la que tengan un vínculo total, solo con él o ella se dejarán hacer todo; con los demás, de repente pueden volverse algo agresivos o simplemente no querer estar con ellos, van a buscar estar con quien ya han formado ese lazo, asegura la especialista*.
Sin embargo, agrega que sí se pueden acostumbrar poco a poco a otro propietario, esto depende de que todos los días se interactúe con ellos, se les saque de la jaula, se les entrene con premios (ese tipo de alimentos que les gustan, como las galletitas) que sirven para entrenarlos, no dárselas todo el tiempo para que sea efectivo.
¿PODEMOS TENER MÁS DE UNO?
Sí se puede, pero no deben estar siempre en la misma jaula; por lo regular cada uno necesita la suya porque pueden llegar a pelearse y sí, de repente convivir, pero debes checar que no se peleen o se lastimen. Por esta razón quizá lo mejor es tener solo uno, con ese ya es suficiente, pero lo más importante es que sí reciba toda la atención necesaria: que no se quede siempre solo y encerrado en la jaula, concluye.
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