ZACATLÁN.- "Cada familia tiene una historia, bienvenida a la nuestra", se lee en la barda que da la bienvenida al Rancho de la Virgen de la Soledad, donde se bendijo esta advocación de María de la que doña Irene García León, de 98 años, es fiel devota.
La imagen se encuentra en un rancho que, desde su origen, se destinó a la producción de manzana rayada, en Maquixtla; era propiedad de Onofre García Báez, quien se la heredó a su hija consentida, doña Irene, quien aún lo conserva. Hoy, la idea es recuperar el prestigio de este rancho con una capilla dedicada a la Virgen de la Soledad, debido a que don Onofre llamó así al lugar porque su hija es una fiel devota de esa advocación.
El señor Onofre se casó con María León, fue miembro del Círculo Social Zacateco y reconocido fruticultor. Es un matrimonio que llegó a Zacatlán en 1900, una época de muchos cambios. Así, la familia García León inició su vida en la calle Carvajal y Tapia, actualmente Luis Cabrera, en el centro de esta ciudad, donde aún se conserva su residencia.
Este lunes el padre Rubén Romero se encargó de la bendición; fueron testigos los amigos cercanos, familiares y otros invitados. Dulce entonó con su melódica voz el "Ave María" que se escuchaba de fondo; ella y Víctor son las voces que dan vida al dueto "Esencia acústica".