¿QUE ES LA INJUSTICIA? Es algo que carece de justicia. La persona que sufre de injusticia es la que no se siente apreciada o respetada en su justo valor, que no cree recibir lo que se merece o que recibió más de lo que creía merecer.
¿CUÁNDO SURGE ESTA HERIDA?
Cuando se desarrolla la individualidad del niño, entre los 3 y los 5 años de edad. Al niño le parece injusto no poder integrar su individualidad, no poder expresarse y ser el mismo. Debe ser y comportarse como debe ser, no como él necesita ser.
La herida de injusticia se vive con el progenitor del mismo sexo. Sufre la frialdad de este progenitor o así lo percibe el niño, quien sufrirá de autoritarismo de dicho padre, de sus críticas frecuentes, su severidad, su intolerancia, su inconformismo, mantiene una relación superficial con él.
La reacción ante la injusticia es deslindarse de lo que se siente con la idea de protegerse, dejo de ver mis necesidades, por hacer lo que “Debo hacer”, eso me lleva a exigirme mucho, vivir con gran tensión, sentir mi cuerpo rígido, y estar neurótico la mayor parte del tiempo. Percibo erróneamente que lo que hago nunca es suficiente, lo que me lleva a sentirme muy frustado.
- Las personas rígidas son muy sensibles, desarrollan la capacidad de no sentir esa sensibilidad, y de no mostrarla a los demás, los pueden percibir como calculadores o fríos.
- Son muy optimistas, su frase favorita es “no hay problema” aunque por dentro estén angustiados o agobiados.
- Al rígido le falta tiempo, por buscar que todo sea perfecto.
- Cuando cree tener la razón se justifica hasta que se le da la razón.
- Procura la justicia y se asegura de que lo que él recibe también sea justo, todo lo ve como justo o injusto y es algo que no puede tolerar, si no se enoja y se vuelve a frustrar.
- Exagera con facilidad, sus palabras frecuentes: “nunca, siempre y muy”.
- La religión influye en él, lo bueno-lo malo, lo correcto-incorrecto, son muy importantes y estos guía su vida, tiende a ser radical, inflexible.
- Inicia sus frases diciendo: “Bien/bueno...”, para asegurarse que lo que dirá será algo bueno y justo, y las concluye con un “¿de acuerdo...?”
- No le gusta mostrar su emoción, pero se nota porque su voz cambia a seca y tensa.
- Él siempre está ¡súper bien¡. Aparenta no tener problemas en su vida y mucho menos que otros se den cuenta.
- Su gran temor: La equivocación.
Le gusta tomar decisiones y siente placer ante eso, aunque más adelante se lamente por no haber tomado otra decisión. Duda de sí mismo después de tomar una determinación.
Divide equitativamente todo, es muy exigente consigo mismo, aunque esté enfermo no se está quieto, él sabe autocontrolarse.
No solo no respeta sus límites, a veces ni los conoce. No se toma el tiempo para sentir una necesidad, solo lo hace cuando revienta, entonces se da cuenta que necesita algo. Le cuesta mucho relajarse y como papá o mamá es muy exigente con sus hijos, no permite el error o la falla porque se enoja mucho, o sea, siempre está frustrado. Eso también le provoca que le duela el cuerpo, y sus hijos tienden a sufrir enfermedades como colitis, gastritis, migraña, y después se vuelven también neurotiquitos, y es cuando los padres se hacen la pregunta “pobre este niño se exige mucho”, “se enoja de todo”, “ya me preocupé”, y no se dan cuenta el porqué de esa situación.
Es el más propenso a sufrir agotamiento profesional, la mayor injusticia la vive con él mismo. Vive culpa cuando se compra algo que él considera que no necesitaba, y se justifica ante eso.
Le desagrada que le digan que es afortunado, ya que para él ser afortunado no es justo, pues desea merecer lo que sucede “no es suerte, trabajé mucho para lograrlo”.
Le parece más injusto ser favorecido que desafavorecido. Es atraído a situaciones injustas.
La motivación del rígido al crearse obligaciones es alcanzar la perfección de sí mismo, de acuerdo con su ideal de perfección.
Puede parecer controlador, pero cuando interviene no lo hace para controlar y llamar la atención de otros, ni mostrarse fuerte, como el controlador. Sufre tensión emocional por buscar la perfección en todo. Es raro que se enferme, cuando sucede, lo percibirá hasta que su estado ya sea grave.
Su herida le hace elegir una profesión para impartir justicia sobre la tierra.
Su emoción más común: LA IRA.
Le es difícil dejarse amar y demostrar su amor. Pasa a ser una persona fría y poco afectuosa (esto le ocasiona problemas cutáneos). Tiende a compararse con quienes considera mejores que él, o más perfectos que él y si tiene hijos también los compara mucho.
La frialdad es su temor más grande. Le es difícil aceptar su propia frialdad como la de otros y hace lo posible por mostrarse cálido.
Prefiere lo salado que lo dulce, le gusta lo crujiente, ante una situación descontroladora, comerá sin control.
ENFERMEDADES:
- RIGIDEZ EN EL CUERPO: (tensión) en espalda y cuello o partes flexibles: tobillos, muñecas, rodillas, cadera, codo, gusta crujirse los dedos para flexibilizarlos.
- AGOTAMIENTO: por exceso de trabajo.
- ENFERMEDADES TERMINADAS EN “ITIS”: si lo hubiera hecho, si lo hubiera terminado, si hubiera llegado más temprano, la enfermedad del hubiera, también retiene ira.
- TORTICOLIS: por la dificultad de ver todos los aspectos de la situación que considere injusta.
- CALAMBRES: Cuando se retrae o modera por temor.
- VÁRICES: Problemas de circulación, por su dificultad para sentir placer.
- PIEL SECA, ESPINILLAS EN EL ROSTRO: cuando teme equivocarse o no estar a la altura de sus expectativas. Las espinillas son una forma que otros no se me acerquen tanto.
- PSORIASIS: Por no ser demasiado felices.
- ALTERACIONES EN EL HÍGADO: Por la ira contenida porque las cosas no salen como yo quiero, Impaciencia e intolerancia.
- NERVIOSISMO: Aunque lo controlan, viven en estado de ansiedad frecuente.
- INSOMNIO: Pues tiene que estar acabado y perfecto no debo dormir porque todavía no terminé mis ocupaciones.
- PROBLEMAS DE LA VISTA: Por la dificultad de percatarse que ha tomado una mala decisión.
TODAS LAS PERSONAS QUE SUFREN INJUSTICIA, OCULTAN UNA HERIDA DE RECHAZO
Mientras más importante sea la herida de injusticia, más significará que se es injusto consigo mismo al exigirse demasiado, al no saber cuáles son sus límites y al no darse placer con la frecuencia necesaria, ES INJUSTO CON ÉL MISMO.
REPROCHAMOS A LOS DEMÁS, LO QUE NOS HACEMOS A NOSOTROS MISMOS, Y NO QUEREMOS VER
Si notas que vives algo o mucho de esta herida sería importante que la trabajaras, ya que impide dsifrutar plenamente la vida como es, aceptando a los demás como son y aceptándome a mí sin tanta exigencia, si no lo hago, cuando me de cuenta, ya habrá pasado mi vida y ni siquiera la gocé a plenitud, esperando que fuera de un modo que nunca podrá ser.
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