La era de la hiperconectividad representa desafíos para padres y educadores, en el sentido de encontrar estrategias efectivas ante el exceso de información y las nuevas formas de comunicación a las que niños y jóvenes tienen acceso.
Así lo explicó la especialista en educación y fundadora de Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI), Patricia de la Fuente, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora el 10 de octubre próximo.
En un comunicado, comentó que la salud mental en la infancia significa un equilibrio entre el concepto que el niño tiene de sí mismo y lo que logra de acuerdo con sus propias capacidades.
Indicó que “los problemas de salud mental están relacionados con baja autoestima, depresión y ansiedad generados por un limitado desarrollo de habilidades socioemocionales, así como ansiedad ocasionada por factores del ambiente en el que se desarrollan”.
Así, para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso sobre la mesa el tema “Los jóvenes y la salud mental en un mundo en transformación”.
Refirió que de acuerdo con el organismo internacional, el uso mayor de las tecnologías en línea, que sin duda aporta muchos beneficios, también puede generar tensiones adicionales, pues cada vez es mayor la conexión a las redes virtuales en cualquier momento del día o la noche.
La especialista en psicología infantil consideró que es importante que papás y educadores se autoanalicen sobre su forma de responder ante las tecnologías de la información, para identificar la mejor la manera de educar sobre el uso de las mismas e identificar los excesos en el uso de los dispositivos móviles y conectados.
Toda vez, que lo peor que papás y educadores pueden hacer es quedarse paralizados por desconocimiento o temor a no encontrar un sano equilibrio en el uso de las nuevas tecnologías.
Detalló que el bienestar emocional de padres y educadores es fundamental para la salud mental de los niños, “una vida social funcional y un manejo adecuado de las emociones por parte de los adultos, repercute de forma positiva en los niños”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, pero en la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan.
No obstante, es importante ayudar a crear resiliencia mental desde las edades más tempranas, para poder hacer frente a los retos que plantea el mundo actual, por lo que la promoción y la protección de la salud del adolescente es beneficiosa no solo a corto y a largo plazo, sino también para la economía y la sociedad.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), “el estrés es potencialmente contagioso, ya que estar cerca o visualizar a otras personas en situaciones de estrés, puede aumentar los niveles de cortisol del observador”.
En ese sentido, los padres y los profesores pueden contribuir a crear en niños y adolescentes aptitudes que les ayuden a hacer frente a los retos que se encontrarán cada día en casa y en la escuela, puntualizó.