Cuando te relacionas con los demás se crean impregnaciones energéticas que se manifiestan a través de las discusiones, de los vínculos sexuales, porque hay un intercambio de toda tu situación interna del inconsciente, ese cuarto oscuro que dirige tu vida mientras no tengas un trabajo interior profundo de liberación.
Si eres un hombre sensible, generalmente absorbes las energías de las personas con las que convives, por lo tanto, es importante un trabajo que implique un viaje hacia tu interior para que puedas ubicar en dónde se encuentran tus nudos emocionales, sexuales, mentales y divinos, porque de esa forma eres consciente de que no es gratis relacionarse con cualquier persona y mucho menos lo es en una relación íntima amorosa con una pareja, porque el intercambio de energía es todavía más intenso.
Si realizas el viaje hacia el interior, te darás cuenta que la mente verdadera y real del ser humano es ordenada, sobria y tiene propósito, pero acceder a ella requiere que trasciendan la mente parásita implantada desde el exterior, que se alimenta principalmente de las emociones y cuando eres consciente de que sientes envidia, miedo, agresión, obsesión, rencor, te sientes pecador y culpable, pero también tus esperanzas y lo que crees acerca del bien y del mal, tu ansia por el éxito y tu miedo al fracaso... y de todo ello se alimenta esta mente parásita implantada desde el exterior que drena tu energía y te impide vivir en plenitud, en alta conciencia y frecuencia de amor.
Entre más profundizas, descubres que la clave de una alta conciencia es la energía que, si está invertida en el conflicto, tus palabras se vuelven insulsas y la posibilidad de materializar tus sueños se altera. Para ello, una de las variables importantes es el ruido y el silencio, tanto en tu interior como aquel que te altera desde el exterior.
¿Cuáles son los sonidos que escuchas? ¿Escuchas lo que hay dentro de ti o te encuentras aturdido por los sonidos múltiples del exterior? Como hombre consciente, es importante que mantengas el equilibrio entre tus pensamientos y la intuición de tu corazón.
El corazón tiene un poder mucho más grande, profundo y fuerte que el del cerebro, pero ambos se complementan y si tú como hombre abres el pecho y desde ahí te guías hacia los sentidos, tu vida se transforma en puro éxtasis y alegría. Si continúas así, tus sentidos sensoriales te irán llevando cada vez más profundo dentro de ti y tu percepción te abrirá a los sentidos internos que todos los seres humanos llevamos dentro.
- *Psicóloga, colaboradora externa
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- FB: “Sexualidad mágica, perfil índigo y desarrollo de consciencia”
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