Si después de un año de tener relaciones frecuentes con la pareja y sin protección no se ha presentado el embarazo, es posible que se trate de un caso de infertilidad. Los problemas de fertilidad en la pareja se presentan con cierta frecuencia y su abordaje es diferente dependiendo de las manifestaciones que presenten tanto el hombre como la mujer.
La esterilidad puede ser una característica de algún otro problema de la mujer, aunque tenga menstruaciones normales, sin embargo, es más común que presenten situaciones tales como periodos irregulares, menstruaciones escasas o demasiado abundantes o falta de caracteres sexuales secundarios definidos. En el hombre se presenta también como falta de crecimiento de la barba y del pelo del cuerpo, poco engrosamiento de la voz, y alteraciones en el apetito sexual, poco deseo sexual e impotencia.
En algunos casos la esterilidad puede revertirse y existen tratamientos a seguir para conseguir un embarazo, que van desde medicamentos para la ovulación, inseminación o cirugía. En el caso de los hombres, para detectar la infertilidad se debe realizar un conteo de espermatozoides, análisis de hormonas para determinar la cantidad de testosterona en la sangre, análisis genéticos, biopsia testicular, entre otros.
Las probabilidades de un embarazo en parejas saludables menores de 30 años y que tengan relaciones con regularidad son de aproximadamente un 25% a 30% mensual.
La infertilidad femenina puede producirse cuando:
- Un óvulo fecundado o el embrión no sobrevive una vez que se fija al revestimiento de la matriz.
- El óvulo fecundado no se fija al revestimiento del útero.
- Los óvulos no pueden movilizarse desde el ovario hasta la matriz.
- Los ovarios tienen problemas para producir óvulos.
La infertilidad masculina puede deberse a:
- Una disminución de la cantidad de espermatozoides
- Un bloqueo que impide que los espermatozoides sean liberados
- Defectos en los espermatozoides
Debido a que la infertilidad tiende a ser causada por enfermedades de transmisión sexual, la práctica de comportamientos sexuales más seguros puede minimizar el riesgo. La gonorrea y la clamidia son las dos causas más frecuentes de infertilidad relacionada con enfermedades de transmisión sexual (ETS). Las ETS con frecuencia son asintomáticas al principio, hasta que aparece una enfermedad inflamatoria pélvica o salpingitis. Estas afecciones causan cicatrización de las trompas de Falopio y llevan a una disminución de la fertilidad, a infertilidad absoluta o a un aumento del riesgo de un embarazo ectópico. Los problemas de infertilidad y las tasas de abortos espontáneos aumentan considerablemente luego de los 35 años de edad.
* Titular de Cirugía Ambulatoria IMSS UMAA.
Máster en Patología Mamaria y Senología.
Teléfono: 2-46-16-62