||SALUD SEXUAL||
Cuando escuchamos la palabra “infidelidad” casi siempre laasociamos con el sexo masculino ¿cierto? Sin embargo, los tiemposcambian y también las prácticas… para saber si la infidelidadsolo es cuestión de hombres visitamos al Dr. Joaquín AlejandroSoto Chilaca, psiquiatra, psicoterapeuta, sexólogo y psiquiatraforense, quien nos habló un poco más sobre el tema y sobre suopinión, en cuanto a su experiencia como terapeuta.
La infidelidad es un concepto tan antiguo y fuertemente ligado anuestra esencia social como el propio concepto de pareja. Hablardel tema frecuentemente nos remonta al hombre en su posición demacho con sus capillas y catedral.
Nuestra asociación de infidelidad con el sexo masculino no essino el resultado de construcciones socioculturales fuertementearraigadas a nuestra historia y evolución; al respecto, la culturaoccidental ha inculcado que el papel del hombre infiel se asociecon la figura del macho con potencial sexual, que define en sí suhombría y que por el contrario, la mujer infiel sea percibida comoun personaje detestable y fuera de lo socialmente aceptado. En esteorden, el sólo imaginar que un hombre sea engañado por su pareja,es un ataque directo al ego masculino y a su intachablereputación.
Otro elemento más a considerar es la apertura para el abordajede temas sexuales y búsqueda de experiencias y sensaciones nuevasen el género masculino, lo que contrariamente en la mujer no esposible considerar, pues no concebimos que ella busque el placersexual sin compromiso. Sin embargo, esto último no ha hecho másque promover la absoluta discreción de las féminas en sus“affairs” (asuntos). Y es que los avances científicos ofrecentestimonios cada vez más contundentes de que casi la mismacantidad de mujeres han llegado a ser infieles en relación a loshombres, ¿difícil de creer, cierto?
El Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) realizó unestudio al respecto, contando con la participación de 3.406mujeres encuestadas, cuyos resultados demuestran que una de cadatres mujeres ha sido infiel en algún momento de su vida.Adicionalmente el estudio confirma contundentemente que lainfidelidad femenina es un fenómeno con tendencia a la alza. Asílo refiere Esther Perel, psicoterapeuta y autora de State ofAffairs: Rethinking Infidelity, refiriendo que desde 1990 la tasade mujeres que han engañado a sus maridos ha aumentado un 40%,mientras que la de los varones parece mantenerse al mismo nivel.Pero ¿qué está determinando la proliferación de la infidelidadfemenina?
De acuerdo a Alicia Walker, socióloga estadounidense y autoradel libro The Secret Life of the Cheating Wife: Power, Pragmatismand Pleasure in Women’s Infidelity, no se trata de un incrementodesbordante, sino de la externalización de la conducta, en otraspalabras, las mujeres comienzan a reconocerlo.
Sin embargo para Perel, el auge de la infidelidad femenina no esun fenómeno con respuestas en blanco y negro, es decir, es muchomás complejo de lo que parece, porque la inclusión del génerofemenino en más escenarios sociales donde se le dotapaulatinamente de la misma importancia que al hombre, le estácatapultando cada vez más como un ser independiente en diversosaspectos, con capacidad de decisión y voluntad.
Asimismo refiere que el boom de redes sociales proponediversidad de escenarios, modos y tiempos de caer en tentación. Noobstante Perel considera que no hemos llegado a la absolutaigualdad y consecuentemente la infidelidad femenina es la mássincera manifestación de querer sentirse viva y desahogarse de losatributos sociales de mujer sumisa que hemos ostentadotradicionalmente. Entonces ¿qué es lo que motiva la infidelidadfemenina? De acuerdo a Robert Weiss, experto en temas desexualidad, considera que la mujer es infiel principalmentepor:
•Sentirse como un objeto más del contexto desu pareja: en otras palabras, considera que sólo es útil a supareja para realizar las labores del hogar o tener a los hijos enóptimas condiciones, entonces la mujer introyecta la idea de queno es importante como persona sino por lo útil que pudiera ser enestas labores.•Deficiencias en la intimidad emocional: estoconsidera la falta o ausencia de proximidad física y/o emocionalsin que comprometa necesariamente el ámbito sexual, como caricias,abrazos, besos y detalles tan simples como llamadas, mensajes,flores o chocolates que confirmen que sigue siendo la persona queatrae a su pareja. Atención especial merece este punto puesto queeste tipo de problemas son frecuentemente asociados a relacionescasuales, abuso de alcohol, compras compulsivas o trastornosalimentarios como bulimia.
•Largos tiempos de distancia: aplicable a mujeres quese desarrollan en el hogar o el trabajo y que aunado a la rutina yfalta de tiempo efectivo con la pareja, pierden la chispa de larelación y en este sentido, de acuerdo a Alicia Walker, esfrecuente la búsqueda de relaciones casuales no porque se hayadejado de amar a la pareja, sino como una alternativa emergente dereavivarse a sí mismas y salvar el vínculo amoroso con el esposoo pareja habitual. •No sentirse amada: ello enocasiones no depende de la pareja sino de las expectativas quetiene la mujer con respecto a la relación y qué tan realistassean éstas.
•Huida al compromiso y la intimidad: dependientes devivencias personales que condicionan nuestro actuar en lasrelaciones de pareja.
Como hemos visto, la infidelidad no es un tema exclusivo delgénero masculino, asimismo el fenómeno por naturaleza es complejoy considera la interrelación de factores particulares, lo ciertoes que el concepto evoluciona a la par que lo hacemos nosotros,porque es el resultado de la búsqueda del modelo de relación quenos dote de estabilidad, desarrollo personal y libertad.
