Las cuatro razones por las que ya no quieren ir a Misa

Redacción

  · domingo 13 de agosto de 2017

Foto: CuartoOscuro

||Desde la fe/Con información de Religión en Libertad||

Hay quienes dicen que la gente ha dejado de ir a la iglesiadebido a su falta de flexibilidad en algunos temas, como su posturaen cuanto a las uniones entre homosexuales, su negativa a ordenarsacerdotisas, o sus principios en materia de sexualidad; sinembargo, la falta de fieles en los templos puede deberse a otrasrazones.

En su libro Por qué ya nadie quiere ir a Misa, Thom y JoaniSchultz señalan que actualmente muchas personas, sobre todojóvenes, de países con una antigua tradición cristiana, handecidido apartarse de su religión. Dicha afirmación se basa enuna exhaustiva investigación que estos escritores realizaron enambientes católicos y protestantes, misma que revela ademáscuatro razones de fondo por las que en realidad la gente decide noacercarse más a los lugares de culto. Dichas razones se describena continuación:

1. La gente se siente juzgada en laiglesia

Esta es la primera de las cuatro causas explicadas por losesposos Schultz –consultores en materia de religión–, por lasque hoy en día muchas personas ponen tierra de por medio con lasiglesias o centros de culto. No se trata tanto de que realmenteabunden en estos lugares quienes juzgan, sino de una ideapreconcebida por parte de quienes se sienten juzgados, por lo quepuede haber para ello una solución eficaz: insistir en que laIglesia acoge y acepta a todos tal como llegan, en el estado en elque se presentan, independientemente de que a los ojos de Dios susactos no sean buenos; es decir, se requiere de una “hospitalidadradical”, que abra la oportunidad de tratar posteriormente eltema de los pecados.

2. La imposibilidad dediálogo

En este sentido, Thom y Joani Schultz explican que en occidente,en la época actual, la gente reclama el derecho de hablar y serescuchada: en el colegio se suscitan los debates, y desde niñocualquier alumno interviene para decir al profesor lo primero quese le ocurre; los periódicos en internet están llenos decomentarios de gente que con toda probabilidad ni siquiera haanalizado bien el tema, pero que tiene muchos deseos decomentar.

Sin embargo, la gente cuando va a Misa o a un culto, noencuentra un momento para expresarse. De hecho, hay quienes dicenque los católicos la llevamos menos complicada en este sentido, yaque al menos recitamos algunas respuestas o rezamos en voz alta;siendo que en muchos cultos protestantes las personas debenlimitarse a escuchar al pastor o cantar himnos, por lo que, encuanto cambian los cantos, para quienes no los conocen deja dehaber algo qué hacer.

El caso es que los esposos Schultz detectan que la gente quierehablar de sus sentimientos religiosos, formular preguntas, sentirseescuchados, lo cual por supuesto no puede hacerse en una Misa, demanera que la Iglesia debe esforzarse en ofrecer espacios en losque los fieles puedan compartir sus opiniones.

Y ya que un párroco no puede escuchar a sus 2 mil, 3 mil o 30mil parroquianos con una escucha atenta, es necesario impulsar lacreación de espacios donde se pueda establecer el diálogo, comolas células de Evangelización Parroquial, los gruposCarismáticos, los grupos del Camino Neocatecumenal, los grupos deScouts u otros.

3. El pensamiento de que “loscristianos son hipócritas”

Sobre este punto, el libro refiere que para la gente es fácilpensar que si hay hipócritas, por supuesto son otros, “no yo”.Lo cierto es que los cristianos nunca serán suficientementevirtuosos para los elevadísimos estándares de los alejados. Noimporta cuánto bien hagan los cristianos de su parroquia oentorno, el alejado “caza-hipócritas” siempre encontraráalgún cristiano que no sea lo suficientemente bueno para él; y sien su entorno no encuentra a un miembro de la iglesia pecaminoso,lo encuentra en los medios de comunicación: un cura estafador, unreligioso que cometió un crimen. O en el pasado: “No voy a misaporque hace cinco siglos la Santa Inquisición…”.

Así, señalan los escritores, la mejor estrategia para laIglesia es hacer hincapié en el hecho de que ésta no es una casapara perfectos, sino un hospital para enfermos. Además de fomentarla humildad y hacerla visible, ya que si la humildad es atractiva,también la imagen de humildad es necesaria, razón por la que elPapa Francisco es atractivo para muchas personas alejadas.

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4. La sensación de que Dios está“distante” o “muerto”

La última razón que los esposos Schultz ofrecen sobre elporqué del distanciamiento que cada vez más personas tienen conlos espacios religiosos o de culto cristiano, es que no sienten quehaya un Dios vivo, argumentan que no lo han visto ni han tratadocon Él. Por lo que la respuesta aquí es el Kerigma, el anunciofuerte de que “Cristo ha resucitado, te salva de la muerte y delpecado y cambia tu vida”; o bien, el mensaje de que “Dios teama y te perdona, de forma personal, a ti”.

Señalan que, más que hablar a las personas acerca de una moralelevada que deberán practicar, lo que se requiere es invitarlas ahacer la prueba de confiar en el Señor, abrirle su corazón ydejarse transformar por Él, ya que un encuentro personal con Éles clave. Por eso, la Nueva Evangelización pide, como decía JuanPablo II, nuevos métodos, nuevo lenguaje, nuevo ardor.