Hola compañeros lectores, ¿cómo han estado? Espero que muybien y conociendo lugares nuevos. Esta vez les voy a relatar ungran viaje que realicé hace algunos meses; por una cosa o por otrasiempre se me había cancelado, por cuestiones de trabajo, porqueno se juntaba el grupo, o por lo que quieran, ¡cómo le teníaganas! El lugar por conocer eran las imponentes ruinas de Tikal, enGuatemala.
Nos juntamos varios amigos para planear el viaje, de 7 quesupuestamente íbamos a ir, 3 estábamos puestos faltando 3 días;como íbamos en moto y es un viaje largo conviene ir varios porcualquier cosa, así que parecía que nuevamente se me iba a cebar.Los 3 que estábamos puestos, decidimos ir: Pablo, Chuchi y yo; noquisimos cancelar el viaje y nos fuimos. Planeamos la logística ytras ver varios puntos a favor y en contra decidimos llevar lasmotos en remolque hasta Tuxtla y de ahí en adelante el trayectosería en moto.
El día pactado llegó, un día antes habíamos subido las 3motos y el equipaje en el remolque y en la respectiva camioneta,nos quedamos de ver en casa de Chuchi en la madrugada para salirtemprano, así lo hicimos.
El trayecto hasta Chiapas fue un poco tedioso, por obviasrazones no vamos a gran velocidad, eso sí, vamos escuchandomúsica y platicando anécdotas de todo tipo. Finalmente y despuésde varias horas llegamos a Tuxtla, ahí bajamos toda las cosas ynos quedamos a dormir para el día siguiente salir temprano.
EMPIEZA LA AVENTURA
Después de un rico desayuno preparamos las motos, vimos la rutaa seguir y empezamos el viaje; el destino final de ese día erallegar a Frontera Corozal. Ya habíamos estado ahí unos mesesanteriores para ir a Yaxchillan, por lo que ya conocíamos lacarretera y el tiempo que íbamos a hacer. El trayecto es muydivertido, lleno de curvas y rodeado de selva, varias veces se noscruzaron animales de todo tipo, changos, tucanes, loros y víboras,sí nos llevamos algunos sustos.
Justo unos 40 kilómetros antes de llegar a Frontera Corozal mimoto empezó a fallar, obviamente me estresé y por un momentopensé que mi viaje se había cancelado, estuvimos viendo quétenía y coincidimos en que podíamos seguir avanzando hastaFrontera Corozal y así lo hicimos. Obviamente iba yo enojado conincertidumbre de qué pasaría.
Llegamos al campamento que se encuentra ahí, nos quedamos adescansar y tratando de arreglar la moto, cosa que no pudimos esanoche. A la mañana siguiente nos levantamos temprano paracontinuar con la reparación y ya más despejados y después dealgunas horas, pudimos ver qué era lo que tenía: se habíaperforado el depósito del aceite y ese era el causante de losproblemas, con una sencilla reparación quedó perfecta.
Kola loka con bicarbonato hacen una mezcla sólida perfecta, nose quita con nada. Como perdimos toda la mañana en eso no nosquedaba de otra más que esperar al día siguiente para cruzar elrío y adentrarnos a Guatemala. Por la tarde estuvimos buscandounos lancheros para que nos ayudaran a cruzar las motos por elrío, los encontramos y quedamos en la hora para tempranovernos.
UN PEQUEÑO INCIDENTE
Estábamos un poco nerviosos por el cruce del río, elUsumacinta, que es muy grande y profundo; obviamente a loslugareños les llamó mucho la atención lo que estábamoshaciendo, amigablemente se nos acercaron y nos ayudaron a treparlas motos en las delgadas balsas, mi moto iba sola en una balsa ylas de Chuchi y Pablo en otra.
Íbamos muy contentos atravesando el río y yo tomando fotoscuando de repente escucho a Pablo: “¡Mira a ese güey!”,alcanzo a levantar la vista y veo a otra balsa dirigiéndose por elfrente hacia nosotros, ¡apenas tuve tiempo de agarrarme, chocamos!Pude ver cómo un chamaquito que iba en la otra balsa salióvolando, nuestra balsa se movió horrible y creí que nos íbamosal río, sí fueron varios segundos de descontrol, afortunadamentenuestro lanchero, José, manejó muy bien el incidente y no pasó amayores, obviamente se imaginan la rechifla y mentadas que sellevó el otro lanchero, el nuestro nos dijo: “iba bien bolo”,o sea borracho ja, ja, ja.
YA EN GUATEMALA
Llegamos a la orilla ya de Guatemala y bajamos las motos, no noscostó mucho trabajo, salvo que a unos cuantos metros habían unoscocodrilos que no creo que hayan sido muy amigables; rápidamentenos trepamos en las motos y le dijimos a José el lanchero que encuanto regresáramos le hablaríamos para que nos cruzara deregreso, nos despedimos y emprendimos el camino hacia Tikal.Paramos en la primera tiendita que vimos y nos tomamos una cerveza,para el susto. ¡Eran 8:00 de la mañana!
Sabíamos que el trayecto iba a ser muy pesado, calculábamos de5 a 6 horas de terracería sin conocimiento de pueblitos o algoasí, lo único que sabíamos era que más adelante había unapequeña caseta de aduana y migración. Llevábamos como 1 horamanejando y de repente nos salió al paso lo que parecía unoficial guatemalteco de entre la selva y nos hizo señales para quenos detuviéramos, cosa que no hicimos porque nos dio miedo,aceleramos más y nos escapamos. Unos cuantos kilómetros adelantenos detuvimos a comentar el incidente y llegamos a la conclusiónde que era el punto aduanal que nunca vimos, ya ni modo, ¡¡¡paraque haya más aventura continuamos de ilegales!!!
PRIMERA PARADA
Por fin llegamos a Flores, es un ciudad pequeña y muydesordenada, lo bonito de ahí es el pequeño pueblito que hicieronen una isla que está en un inmenso lago, hay varios restaurantespequeños donde se come muy bien y con una vista espectacular, ahíparamos a comer y decidimos quedarnos a dormir para conocerlo, enverdad está muy bonito, 2 o 3 calles empedradas y no hay más.
Al día siguiente nos despertamos tarde y con mucha calma,desayunamos y nos dirigimos hacia Tikal. El camino es relativamentebueno y son aproximadamente dos horas para llegar. Por fin llegamosa la entrada de la reserva de Tikal, tuvimos que esperaraproximadamente una hora ya que el acceso es controlado para que nohaya demasiada gente, el límite de velocidad es de 50 km/h paratener cuidado con la fauna que se puede cruzar en el camino, jamáshabía visto que la selva prácticamente se devorara el camino,¡es impresionante!
YA EN TIKAL
Llegamos a la zona donde te permiten acampar, es muy grande,completamente verde y rodeada de selva; cuenta con baños,regaderas y palapas, está perfectamente bien organizado. Al fondose encuentra un hotel que se llama “Hotel Jaguar”, es pequeñoy de precios accesibles, el restaurante es chico y con excelentecocina, muy recomendable. Escogimos la mejor zona, pusimos nuestrastiendas de campaña y dejamos todo listo para dormir, obviamentehacía calor y pronto caería la noche. Decidimos ir a caminarhacia las ruinas para verlas esperando que la luz del día nos lopermitiera, ya que del campamento a la plaza principal son como 45minutos caminando.
La tarde estaba deliciosa, hacía calor pero muy tolerable, aladentrarnos en la selva nos llamaron la atención las ceibas,árboles enormes que eran sagrados para los mayas, hay muchos.
Ya llevábamos bastante tiempo caminando, por un momentopensamos que nos habíamos perdido porque existen muchas veredas yno llegábamos a la plaza principal, me adelanté un poco paratratar de saber si íbamos en dirección correcta, voy a parecerrepetitivo pero la selva es impresionante, el sonido de las aves ylos bichos es ensordecedor, justo cuando me iba a dar vuelta pararegresar y buscar otro camino, con mucho cuidado empecé a observarlos árboles, algo me llamo la atención, no sé qué fue, poco apoco fui levantando la vista tratando de ver qué había atrás delos tupidos árboles, vi algo gris, era una pared gris, una granpared gris, jamás se me va a olvidar ese momento, ¡qué sorpresame llevé!, estaba yo a espaldas de uno de los templos, habíamosllegado.
Les chiflé a mis amigos para que me siguieran y así entramos ala plaza principal, en verdad es espectacular, los templos son deforma espigada con más de 70 metros de altura. La Gran Plaza estárodeada por 2 pirámides, la Acrópolis central y la Acrópolisnorte, estuvimos caminando ahí por un rato y nos sentamos acontemplar tan majestuoso escenario acompañados de la caída de latarde, en verdad teníamos la boca abierta.
Llegó la noche y nos tuvimos que regresar para cenar en elrestaurante del hotel, ahí estábamos cuando se nos acercó unguía y nos invitó a escuchar al día siguiente el despertar de laselva, tendríamos que alistarnos a las 4:00 de la mañana parasubirnos a una de las pirámides para desde ahí escuchar y ver eldespertar.
Obviamente dijimos que sí, fuimos breves en la cena, acordamosdonde vernos y nos retiramos a dormir. Sobra decir que la nocheestaba completamente estrellada, se podían ver diferentesconstelaciones y el mejor arrullo que puede existir es el sonido delas chicharras.
EL DESPERTAR
A las 4:00 am estábamos listos y con nuestras linternas en lacabeza para seguir el camino hacia el templo principal, el guíanos acompañó en el trayecto mientras nos iba contando sobre laciudad de Tikal.
Después de varios escalones que subimos, por fin llegamos a laparte más alta de ese templo, ahí nos sentamos a esperar, no seveía nada, todo estaba completamente obscuro. Poco a poco empezóa “despertar” la selva, los primeros sonidos que escuchamosfueron de aves, de 2 o 3 que escuchamos en un principio al cabo deun rato eran miles, si eso creíamos que era espectacular, lo mejorestaba por venir, empezamos a escuchar rugidos por todasdirecciones, rugidos feroces y con gran volumen, habían despertadolos monos aulladores.
Poco a poco empezó a clarear y pudimos contemplar todo elpaisaje, a lo lejos por encima de los árboles sobresalían laspuntas de otros templos, de ahí George Lukas sacó escenas para lapelícula de “El Regreso del Jedi”.
ACERCA DE TIKAL
El guía nos invitó a hacer un recorrido por toda la zona yasí lo hicimos, nos contó que Tikal fue en su momento la ciudadmás importante y poderosa del imperio maya, fue declaradaPatrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Tikal tienetemplos menores, palacios residenciales, edificios administrativos,plataformas con inscripciones, siete juegos de pelota, estelas,dinteles, altares y cementerios. No tendría espacio y creo que losaburriría si les explico cada una de estas cosas, es extenso y muydetallado.
Mientras caminábamos por la gran Tikal, el guía nos enseñótarántulas, guajolotes y changos, algo muy interesante que noscontó fue que descubrieron un nuevo templo, la base es del tamañode un campo de futbol, él cree que lo terminan de descubrir y dereconstruir en unos 10 años, nos invitó a ir en una expediciónde 5 días caminando, ya que la selva es impenetrable, obviamenteno pudimos ir, espero poder hacerlo algún día.
He visitado muchas zonas arqueológicas, pero sin duda es la quemás me ha dejado marcado, tuve muchos momentos especiales ahí, lasorpresa de encontrarla de repente, presenciar el despertar de unaselva, la tranquilidad que se siente ahí, la inspiración que meentregó, en fin, fueron muchas cosas que solo yo me entiendo.
A PREPARAR EL REGRESO
Después de estar todo el día ahí regresamos al campamentopara poder cenar algo rico acompañados, como diría mi abueloPapino, ¡de fuertes cantidades de cervezas!
Al día siguiente levantamos el campamento y emprendimos elregreso a México.
Espero que les haya gustado este reportaje como a mí, comodicen por ahí, recordar es volver a vivir. Con esto, ya sé cualva a ser el próximo reportaje: el de Semana Santa enGuatemala.
Les recomiendo visitar este bello país.
Nos vemos la próxima, ¡¡¡saludos!!!paco_noriega2001@yahoo.com
