Las maravillas de Puebla para el turismo

Redacción

  · domingo 23 de octubre de 2016

Foto: Especial

por Philip Marlowe

Turista: una persona que ha viajado para visitar un lugar porplacer, y es de alguna manera considerado un invitado. El turismoconstituye una significativa ganancia económica para una ciudad:su poder para esforzarse, ser cortés, atento y congeniar alpresentar sus atributos  arquitectónicos, históricos, culturalesy hasta gastronómicos; luego entonces… mostrar lo mejor de sí,y así Puebla ha sido bendecida con una plétora decaracterísticas únicas.

Diariamente grupos turísticos de doce a veinte adultosprovenientes de todas partes del mundo son guiados desde el zócaloa la arbolada avenida peatonal 5 de Mayo y sus bien instaladoscomercios, hasta la iglesia de Santo Domingo del Siglo XVI, dondeaún el más exhausto viajero es sorprendido por el magníficointerior de la Capilla del Rosario, donde la fotografía –sinflash- es permitida.

Aquellos afortunados visitantes; en la tarde de un sábadopueden encontrarse en medio de una celebración matrimonial,mientras una familia de gaiteros toca en vivo para los reciéncasados. Y continuando su visita a dos puertas de distancia elinteresante pequeño museo “José Luis Bello y Zetina” que sepuede visitar durante la semana. Y ahora sin vacilar, ustedes losafortunados turistas pueden continuar su visita ya que a pocospasos está la avenida 6 Oriente, la “Calle de los dulces”,única en su género.

[caption id="attachment_504027" align="aligncenter" width="235"]Foto: Especial[/caption]

Atención, creo escuchar el molesto zumbido de moscas,pregoneros ilegales invadiendo las dos esquinas escandalosamentegritando la  venta de sus artículos baratos hechos en China. Sele puede llamar a todo esto un estorbo y un obstáculo, unaafrenta, un grosero impedimento. Amontonando la esquina, además delos 200 m. de mesas desmontables con sus vendimias apiladas sobrelas banquetas, causando largas hileras individuales de peatones,esperando no chocar contra las filas de gente que camina en ladirección opuesta. Tenga cuidado si su estatura es mayor a 170cms., agáchese para evitar lastimarse un ojo con las sombrillasque cubren los puestos y sus artículos en venta.

Los guías, inteligente grupo, desean entregar a los turistasuna experiencia informativa y placentera, y así dirigen a losgrupos hacia el otro lado de la calle, solo para encontrar másmoscas zumbando, y los postes bajos que previenen estacionar autoshan sido removidos; uno no necesita ser Sherlock Holmes paraadivinar quién los quitó, permitiendo así a rudos pandillerosadolescentes, gritones y con sus reproductores de música a todovolumen, un lucrativo negocio de estacionamiento en lugaresprohibidos, dirigiendo a los vehículos a estacionarse en áreaspeatonales y así ambas banquetas de la calle de los dulces se venimpedidas a proveer la experiencia de una caminata placentera.

Honor a quien honor merece, los policías en sus motocicletas,aunque aparecen esporádicamente,  multan a los vehículos malestacionados; solo para que los inocentes “franeleros”pacientemente observen y esperen a que se retire la autoridad parareiniciar su negocio.

Algunos lectores dirán: ¿y eso qué?, ¡para eso son lascalles!.. NO NECESARIAMENTE: la Calle de los dulces es importante yno solo para extranjeros, el turismo nacional viene de todo elpaís para comprar los famosos dulces de Santa Clara para llevarlosa su familia y a sus amigos, y en la actual era de laglobalización es raro encontrar algo único y accesibleeconómicamente.

Algo de antecedentes históricos que comentar mientras sedisfrutan los dulces y los camotes: en julio 13, 1608, debido a lapetición de la misericordiosa doña Isabel de Villanueva yGuzmán, el templo conventual de Santa Clara fue construido paralos jóvenes pobres de Puebla, y fue ahí donde las hermanasinventaron los camotes, el rompope y otros dulces. Poblanos, esténorgullosos y protejan su herencia cultural y gastronómica; nopermitan que algunos grupúsculos de comerciantes ambulantesilegales arruinen esta maravilla.

Para concluir: una mención hacia los trabajadores que paganrenta e impuestos de la Calle de los dulces, ellos merecen mayorrespeto y cuidado por parte de las autoridades. Y una últimapalabra, la mejor promoción turística es: aquel visitante queregresa excitado y feliz a contar a sus parientes y amigos de suexperiencia positiva en Puebla.

P.D.: Esperando que en mi próxima visita a la Calle de losdulces no encuentre moscas en la sopa.

P.D. 2: Modales y conductas fácil y rápidamente se conviertenen moral. Desafortunadamente en estos días de estándares confusoslos modales son a veces tristemente olvidados.