Complejo de inferioridad, miedo a estar solo, desconfianza, auto exigencia extrema, dependencia… son “programas mentales” instalados en la infancia que lastran intensamente nuestra vida y comprometen la capacidad de ser felices. Con esta ayuda práctica podrás empezar a desactivarlos.
¿Temes mostrarte cómo eres realmente por miedo a desagradar?, ¿piensas que las personas que quieres acabarán abandonándote? ¿Te obsesiona ser el mejor en todo?, ¿sientes constantemente que algo malo va a ocurrir?, ¿te irritas y te enfadas cuando no consigues lo que quieres?
DESCUBRE TU PATRÓN Y LIBÉRATE DE ÉL
Existen varios esquemas mentales que se inician en la infancia y controlan la vida de las personas mediante creencias erróneas, abandono, desconfianza, exclusión, privación emocional, dependencia, vulnerabilidad, imperfección, autoexigencia, subyugación, fracaso y grandiosidad, todos vivimos con alguna de ellas, nadie se libra. También existen cuatro grandes miedos que van de la mano con estas trampas mentales, estos son:
LA ENFERMEDAD. Cuando te preocupas excesivamente por tu salud, temes tener sida, cáncer, o cualquier otra enfermedad grave.
EL PELIGRO. Tener una excesiva preocupación por tu seguridad personal y la de tus seres queridos. Ves el mundo lleno de peligros y te sientes inseguro cuando sales de la casa.
LA POBREZA. Siempre estás angustiado por la seguridad económica y tienes miedo no realista de que vas a perder tu dinero y vas a ser un vagabundo.
LA PÉRDIDA DE CONTROL. Temes padecer una crisis de pánico en público, volverte loco o perder el control de tu cuerpo o de tus emociones, te obsesiona no pasarte en actividades como comer, fumar, beber, drogas, etcétera.
Entendamos que el miedo es una emoción que necesitamos para protegernos, pero cuando no sirve para eso, entonces los pensamientos generados por este, son irreales y casi nunca suceden como nosotros pensamos, y van de la mano con estas trampas mentales.
1. EL ABANDONO
“NECESITO A ALGUIEN A MI LADO”
Por una parte, te aferras a las personas que quieres, porque temes que te dejen o mueran, puede que te enamores de personas inestables que no se comprometen, para que tú mismo te veas obligado a alejarte de ellas. Si la separación de un ser querido dura lo necesario para activar la trampa, puedes sentir el pánico de un niño perdido o abandonado, además de ira y tristeza, y lo peor, crees que al final acabarás solo y abandonado.
ORÍGENES DE LA TRAMPA
Tal vez uno de tus padres murió, se marchó o puede que tu madre haya sido inestable emocionalmente, que tus padres se divorciaran, que tu familia se separara o que perdieras la atención de uno de tus padres, porque volvieron a casarse o nació otro hermano.
PARA SUPERAR EL PATRÓN
- Entiende el abandono de tu infancia
- Identifica y anota los sentimientos de abandono
- Revisa tus relaciones pasadas e identifica los patrones que se repitieron
- Evita parejas inestables que no se comprometan, aunque sientas por ellas una intensa atracción
- No te aferres, te vuelvas celoso o reacciones mal a las separaciones normales que se dan en las relaciones saludables
2. LA DESCONFIANZA Y EL ABUSO
“Me han hecho mucho daño”
Estás seguro de que las personas, incluso las que más quieres, te van a utilizar o traicionar. Por eso te proteges, evitas intimar, te mantienes en guardia, les pones a prueba e incluso intentas hacerles daño antes de que te lo hagan a ti.
ORÍGENES DE LA TRAMPA
Algún familiar abusó física o sexualmente de ti, te humillaba, menospreciaba o disfrutaba viéndote sufrir cuando eras niño. O puede que alguien de tu entorno no fuera de confianza, es decir, explotaba tus confidencias o debilidades en beneficio propio, te manipulaba, mentía y hacía promesas sin intención de cumplir.
PARA SUPERAR EL PATRÓN
- Consulta a un terapeuta si han abusado de ti física o sexualmente, no lo dejes.
3. LA EXCLUSIÓN SOCIAL
“Nadie es capaz de comprenderme”
Eres muy tímido y te sientes inhibido, inferior, torpe y aburrido, en situaciones sociales, donde no sabes qué decir y te invade la ansiedad. Temes ser observado y juzgado negativamente, te mantienes al margen y te escondes, crees que tus amigos están por encima de ti en aspectos como apariencia, popularidad, riqueza, posición social, educación, profesión. Te sientes diferente y excluido.
ORÍGENES DE LA TRAMPA
En tu infancia te sentiste inferior, diferente, no aceptado por otros, puede ser por alguna característica física (acné, pubertad tardía, obesidad), mental (ser muy estudioso, tartamudez) o social (vergüenza, timidez, inmadurez, etc.), que utilizaban para rechazarte o humillarte. O tu familia era diferente o vivían problemas de alcoholismo, te convertiste en un niño pasivo, hiciste lo que se esperaba de ti y no desarrollabas tus intereses o preferencias.
PARA SUPERAR EL PATRÓN
- Trabaja tu niño interior aislado e inferior
- Enumera las cualidades que te hacen sentir distanciado o inferior
- Revisa la importancia de los defectos que crees que no puedas cambiar, y otra de tus cualidades, y tenlas en mente cada vez que el patrón se active
- Procura ser tú mismo con naturalidad, sin sentirte obligado a hacer un papel, trabaja herramientas para socializar. Convéncete de que eres un ser especial, único, completo, lleno de intereses.
La próxima semana continuaremos con otras trampas mentales
que nos impiden funcionar más felices, no te pierdas las demás, para que puedas identificar cuáles son las tuyas y de ahí empezar a trabajarlas.
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