Para vivir sexualmente consciente tienes que ser responsable de tu propia sexualidad, siendo selectiva y selectivo con quién admites en tu vida para tener un intercambio de intimidad sexual.
Tanto la energía femenina como la masculina están presentes en todos y el punto es, que si vives como hombre o como mujer una sexualidad dividida en tus momentos de intimidad, te relacionas como si fueras un autista: se encuentran físicamente juntos pero con mentes distintas y separadas, con objetivos divergentes, porque no tienen un punto de enfoque en común y sus percepciones de vida son diferentes, mezclados los conflictos y traumas, carencias, historias y evasiones, entre otras cosas, al momento de hacer el amor.
Si quieres vivir realmente como hombre o como mujer una sexualidad consciente y mágica, lo primero que has de hacer es equilibrar dentro de ti estas dos energías, la masculina y la femenina. Es importante que trasciendan las dualidades en tu sexualidad, para que tu mente racional sea desconectada en tus momentos de intimidad sexual.
Si tienes equilibrada tu energía sexual masculina tienes sobriedad emocional, eres centrado(a), posees serenidad y disciplina, además de valor y propósito.
Por otro lado, si tienes equilibrio en tu energía sexual femenina, tienes capacidad de entregarte sin condiciones, te fusionas y te disuelves en tu pareja, en la belleza, y eres capaz de vivirte desde el sentimiento y no desde la emoción, la creatividad surge en ti al igual que la alegría que nutre, la confianza y la generosidad se integran perfectamente en ti.
Desafortunadamente, hace ya mucho tiempo que las mujeres no confían en los hombres y esto es debido principalmente a que ellos han perdido al guerrero integrado como un arquetipo en su inconsciente personal, al igual que al mago y al amante. Por eso no siguen las pautas que estos tres arquetipos exigen, con ello se pierden en el esquema social del sistema y lo que este espera del comportamiento masculino.
La energía sexual como energía creadora de lo femenino y de lo masculino no se puede limitar. Transformar tu vida sexual hacia la creatividad exige un cambio de paradigma. La energía sexual es la fuerza más poderosa que llevas dentro y se expande si tienes un adecuado uso de ella. En tu cuerpo luminoso o huevo áurico es la que ocupa más espacio.
Las grandes tradiciones enseñaban la forma en que todo problema humano tenía origen sexual y que todo lo que el ser humano no logra en lo social, tiene problema en lo sexual.
La sexualidad no solo es reproducción y placer.
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