El primer hombre en la vida de toda mujer es su papá y el vínculo afectivo creado entre ambos (padre e hija) durante su crecimiento determinará su autoestima, su autonomía, su seguridad para enfrentarse al mundo y, en gran medida, el cómo serán las relaciones de ella en la adultez.
“El padre que se siente orgulloso de tener una hija vive y trabaja para ella, para darle seguridad y tranquilidad. Le ayuda a dar sentido a su vida, motivación para procurarla y darle las herramientas necesarias para que se enfrente al mundo”, explica Jaqueline Machado Garduño, psicóloga especialista en sexualidad y desarrollo de la consciencia.
Enfatiza que el papá juega un papel muy importante en la vida de las hijas, mucho más de lo que ellos mismos se puedan imaginar, ya que tienen el poder de formar mujeres con bases sólidas para enfrentar la vida.
Establecer vínculos afectivos con tu hija durante los primeros años de su vida es fundamental para su equilibrio emocional y formar su propia identidad. Al crear este apego garantizas las relaciones afectivas sanas y creas autonomía en ella, además de fomentar una visión positiva de sí misma, lo que hará que en la adultez se relacione con varones de forma saludable.
¿CÓMO LOGRARLO?
Para lograr esto, la psicóloga advierte que debes expresar abiertamente lo que sientes, hacerle sentir a tu hija que la quieres y la aceptas, tanto por las cualidades que te gustan como por las que no. Saberse amada y apreciada por la figura paterna hará que se convierta en una mujer fuerte y segura de sí misma.
Si eres padre de una niña pequeña, intégrate a su mundo de fantasía jugando con ella y abrazándola mucho. Si es adolescente, involúcrate en sus actividades: ayúdale con la tarea, hagan ejercicios juntos, vean películas o ¡bailen! Ahora que, si tienes asuntos pendientes con ella, arréglalos, pero no lo hagas con imposición, préstale atención y escúchala.
De acuerdo con la especialista, para promover sus relaciones sanas y fortalecer su autoestima debes hacer cosas por ella y el confinamiento es el mejor momento presente que tienes para reforzar lazos con tu hija, no lo desaproveches.
¿QUÉ DEBO HACER POR MI HIJA?
Abrázala desde pequeña y tómala de la mano, este gesto será un símbolo de seguridad y protección durante toda su vida.
Enséñale lo que es el amor siendo tierno y atento con ella, pero sobre todo, a través de la relación que tengas con su madre. Recuerda que la imagen que vamos construyendo de nosotros mismos es el reflejo de lo que nuestros seres más queridos nos devuelven.
Dile que es bella, no solo cuando se arregla con un lindo vestido, sino por las mañanas cuando despierta, hazle sentir que no importa lo que se ponga porque lo hermoso de ella se ve a través de sus ojos. Así se aceptará como es.
Despierta su curiosidad por aprender e incentiva su amor por el estudio. Léele un libro antes de dormir y enséñale a reflexionar para halagar su inteligencia.
Foméntale amor por el deporte, es una forma de enseñarle a superarse a sí misma y que se esfuerce en destacar en lo que quiera hacer.
Es la niña de tus ojos pero déjala que se tropiece y se levante, así aprenderá a ser responsable y lidiar con los momentos difíciles, porque no siempre estarás ahí.
Confía en ella, sé su padre y confidente. Cuando acuda a ti es porque te necesita, entonces escúchala, así aprenderá que su opinión cuenta. No la juzgues y apóyala.
Vive plenamente tu rol de padre porque el tiempo pasa, hoy tu hija está jugando con muñecas, pero mañana irá a sus primeras fiestas, y en un abrir y cerrar de ojos se convertirá en mujer. Aprovecha cada momento para hacer de sus recuerdos momentos inolvidables.