“Y desde que llegamos a la gran plaza que se dice el Tatelulco(Tlatelolco), como no habíamos visto tal cosa, quedamos admiradosde la multitud de gente y mercaderías que en ellahabía…mercaderes de oro y plata y piedras ricas y plumas ymantas y cosas labradas…ropa, algodón y cosas de hilo torcido ycacahuateros que vendían cacao…y los que vendían mantas dehenequén y sogas y cotaras…y cueros de tigres, de leones y denutrias y de adives y de venados…digamos de los que vendíanfrijoles y chía y otras legumbres y yerbas…los que vendíangallinas, gallos de papada, conejos, libres, venados…todo génerode loza, hecha de mil maneras, desde tinajas grandes y jarrilloschicos y también los que vendían miel y melcochas y otrasgolosinas…”.
Fragmento del libro “Historia de la Conquista de laNueva España”
Bernal Díaz del CastilloSi bien es cierto que el concepto de mercado, no es propiamenteun invento de las sociedades prehispánicas de México, no cabe lamenor duda de que en nuestro país persiste mucho esta grancostumbre. La mercadería en la Gran Tenochtitlan tuvo un augeesplendoroso y gracias a autores como Bernal Díaz del Castillo oincluso el mismo Hernán Cortés, conocemos parte de la esencia queestos sitios tenían, así como la enorme complejidad queacarreaban, al igual que el significado que compartían. Yrecientemente estos sitios han sido declarados Patrimonio CulturalIntangible, no es un título otorgado por la Unesco, y a pesar deque solamente han sido nombrados aquellos situados en la Ciudad deMéxico, no deja de ser un título relevante y honorífico paraestos lugares.
Los mercados son muestra de riqueza cultura, dentro de ellos sealberga el folclore y la tradición de un sociedad rica en usos ycostumbre, y que prácticamente basó su crecimiento y en algunospasajes de su existencia, su poderío en el desarrollo que estossitios proveían. Así mismo hoy en día, también son una herenciadel encuentro entre dos culturas, un recuerdo de la fusión que seconvirtió en uno de los mestizajes más importantes y hasta lafecha uno de los más trascendentales en la historia de lahumanidad y al igual que otros símbolos similares del mestizajemexicano, el destino no les ha hecho mucha justicia enrealidad.
ATRACTIVOS DE LOS MERCADOS
El turismo en una de sus facetas más nobles, permite que lasherencias culturales de cualquier tipo sean revalorizadas ydignificadas al punto de poder obtener un buen atractivo que seademandado por los turistas. Ya hemos hablado de la diversificaciónde la oferta, es decir, la suma de un nuevo atractivo turísticopara el disfrute y entretenimiento de los turistas extranjeros,nacionales y locales, así como para el esparcimiento y ocio de laspoblaciones locales. En el caso de los mercados su atractivo radicaen diferentes atributos sensoriales que pueden verse plasmadso encolores, aromas, texturas, sonidos y sobre todo sabores.
Los turistas provenientes de diferentes generaciones yempoderados con la información que las empresas de tecnología ycomunicación proveen, busca nuevas experiencias de viaje. Losmodelos de turismo en donde se le ofrece a una persona, hospedaje,comida y entretenimiento, todo en mismo recinto, han perdido unaenorme fuerza ante una sociedad cada vez más interesada en elrescate de lo tradicional, podríamos decir que estamos ante unasociedad más nostálgica. Sin embargo a pesar de que el turismoconvencional (turismo de sol y playa), sigue siendo la piedraangular en la cual se basa la economía turística, el turismocultural y alternativo ha abierto paso a paso una nueva brecha quepermite mostrar una cara diferente y sobre todo, una cara más realde México.
LOS MERCADOS DE PUEBLA
En el centro de Puebla, al igual que en la Ciudad de México losmercados cumplieron una parte fundamental, en estos sitios seoriginaba, y hasta la fecha aún sucede, el día a día de laspersonas. El arte culinario y la enorme gama de sabores que adornanuestra gastronomía nunca pudo haberse desarrollado ni mejoradosin la basta oferta de productos y otras mercancías que estossitios proveían. La oportunidad de centralizar estos productos,lograba que las personas que asistieran por diversas razones,aunadas o no a conocer recetas, intentar nuevos experimentos,ponerse al día con las noticias, experimentación e invención denuevos productos, entre otras cosas que la demanda ejercía. (Loscacahuates japoneses son un claro ejemplo de cómo funcionaban losmercados), así mismo las sociedades tenían en el mercado unafuente importante de desarrollo económico, permitiendo que laspersonas pudieran intercambiar sus productos en búsqueda de lasubsistencia familiar, otorgando oportunidad de crecimiento a lasmismas.
CONSERVAR LAS TRADICIONES
Por todo lo anterior los mercados son una fuente de tradiciónque debemos atender. En el centro de Puebla existen algunosmercados que aún mantienen estos mismos usos y costumbres quemencionamos, y la integración de estos a la oferta turísticapuede dejar beneficios múltiples a la población. Dos enparticular están en los límites de lo que podemos denominar zonaturística de Puebla, el primero el mercado del Alto, que albergarestaurantes típicos con platillos tradicionales que está siendoalcanzado por el desarrollo y embellecimiento del turismo en elprimer cuadro. Frente a este se está construyendo un hotelBoutique, que en conjunto con el City Express que se encuentra aunos cuantos pasos proveerán turistas a este sitio. Cerca de allíse encuentra el Mercado de la Acocota, uno de los mercados vivosmás grandes y cercanos al centro de la ciudad, este mercadomantiene mucha vida dentro de sí y el contraste de colores, aromasy sabores lo convierten en una verdadera experiencia para lossentidos. Esperemos que el desarrollo turístico llegue a estossitios que históricamente albergan un manjar de cultura Poblana yde este modo evitar un final terrible ante las cadenas deautoservicio.