El coronavirus no solo nos ha quitado los besos y los abrazos, lastimosamente a más de uno, también a algún ser querido. La buena noticia para los amantes de los perros es que no hay motivos para pensar que una mascota pueda ser fuente de infección. Pero ¿te has puesto a pensar qué pasa con los perros cuando un miembro de la familia fallece?, ¿se darán cuenta?, ¿sentirán tristeza?
Cuando un perro forma parte de una familia se crean fuertes lazos afectivos, es parte de una “manada”, sabe cuáles son los miembros que la conforman y no solo eso, sino que establece una relación en particular con cada uno de ellos.
“Los perros sienten y pueden caer en depresión por la tristeza de perder a un ser querido, ya sea de congéneres o de humanos. Ellos también pasan por un duelo, por lo tanto necesitan de nuestro apoyo y cariño para superarlo”, expone María Amparo Suárez Ravelo, médico en ciencias animales de Posada Maraike.
Amparo refiere que cuando alguien cercano a ellos muere, principalmente su humano favorito (dueño o cuidador), buscan a esa persona a través del olfato en el entorno donde viven y si no la encuentran dejarán de comer, estarán decaídos y menos activos, incluso permanecerán en algún lugar específico de la casa esperándolo (junto a la escalera, en la cochera, en el tapete de la recámara).
CAPACIDAD DE SENTIR
De acuerdo con la doctora, los perros descubren el mundo a través del olfato y es a través de este sentido que ellos pueden darse cuenta de que su dueño ha muerto, es decir, ellos pueden percibir el olor de un cuerpo sin vida, por eso, asegura que lo mejor que le puede pasar a un perro es que le permitan oler el cadáver de la persona que falleció, así entenderá que no regresará.
“A la hora de oler el cadáver algo pasa en el perro que puede aceptar que el dueño está muerto. Lo mismo hay que hacer si el compañerito (perro o gato) que era su vida para él, muere. Yo lo he hecho en el consultorio, llevar a su amiguito de cuatro patas y ponerlo en la plancha junto a él en el momento de la eutanasia. El perro se saca de onda, lo huele y de inmediato se echa para atrás. Es la única forma de que les caiga el veinte y sufran lo menos posible”, advierte.
RESTABLECER SU RUTINA
Todos los miembros de la familia deben ser conscientes de que el perro tiene necesidades emocionales y hay que estar pendientes de él más que nunca, para restablecer su rutina.
Alguien de la familia tiene que hacerse cargo del perro con amor y dedicación, o entre todos y, en la medida de lo posible, conservar sus horarios y rutinas para procurar sus necesidades básicas: comida, techo caliente y paseos.
“Siempre es bueno prevenir, platicarlo en familia para saber quién se quedará a cargo del perro y más en estos tiempos de coronavirus; si la persona muere hospitalizada va a ser una tragedia no solo para la familia, también para la mascota”, subraya.
APOYO EMOCIONAL
Si la persona que murió era el responsable de la mascota, apunta la doctora, lo primero que debes hacer es tratar de entender el duelo y la tristeza del perro e intentar cubrir la atención que esa persona ponía en él. No caer en el error de humanizarlo, sino analizarlo, entenderlo y respetarlo.
Suárez Ravelo enfatiza que si ves que el perro pasó de la tristeza a la depresión y no come, es momento de llevarlo al veterinario para que lo hidraten, le den vitaminas o algún alimento especial, porque no puede estar sin alimentarse.
Sugiere las Flores de Bach como una alternativa para contrarrestar el desequilibrio emocional, tanto de los familiares como de la mascota; existe una formula específica para el duelo que da buenos resultados.
Muchos perros caen en una profunda tristeza por la pérdida de su mejor amigo humano, no lo dejes permanecer así, ayúdalo a recuperarse, aprende de él la lealtad y, en memoria de tu familiar, dale un lugar a tu lado y en tu corazón.