El Viagra, la famosísima píldora azul, tiene más de 20 años devolviéndole la autoestima a muchos hombres maduros con disfunción eréctil para que logren tener relaciones sexuales.

Pero esta píldora no solo es cosa de cincuentones, muchos jóvenes se la toman creyendo que aumentará su potencia sexual y los que rondan los 40, con sobrecarga de trabajo, estrés físico y emocional, hipertensión, triglicéridos y otros factores que hacen que no haya una erección satisfactoria, la ingieren con la esperanza de que les ayude, pero sin obtener resultados.

El descubrimiento de esta píldora fue una coincidencia. Un grupo de investigadores estaban probando un fármaco para la angina de pecho que permitiera relajar los vasos sanguíneos que llevan la sangre al corazón. Pero las pruebas no arrojaron resultados, por el contrario, se empezaron a reportar efectos secundarios en los voluntarios: erecciones.

Antes del lanzamiento del Viagra en 1998 no había tratamiento oral para la impotencia. Gracias a este fracaso lo hombres ahora tienen otras opciones, es una de las drogas más recetadas en el mundo.

El Viagra no es milagroso, para que funcione primero debe existir una estimulación sexual y algo más importante es que, como todos los fármacos debe haber una prescripción médica previa porque puede tener efectos secundarios como visión borrosa, dolor de cabeza o palpitaciones y otros más perjudiciales; combinada con alcohol y drogas, es un coctel muy peligroso.

Viagra es el nombre comercial del fármaco cuyo principio activo es el sildenafilo, puedes tomarla o masticarla. Los especialistas advierten la importancia de utilizarlo con sensatez. Otras marcas conocidas son:

1. Viagra

2. Lerk

3. Patrexs

4. Levitra

5. Cialis

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