¿Te consideras fanático de las apuestas? ¿Sientes una necesidad adictiva por los juegos? Si respondiste que si a ambas preguntas, entonces seguramente puedes padecer del trastorno la “ludopatía”, que es una patología que consiste en la alteración progresiva del comportamiento por la que el individuo experimenta una necesidad incontrolable de jugar, por encima de cualquier consecuencia negativa.
En esta ocasión el Psicólogo Adán Contreras Contreras nos habla sobre el tema.
“También conocida como “Juego Patológico”, la ludopatía fue reconocido como trastorno psicológico en 1980 por la Asociación Americana de Psiquiatría y se define como una enfermedad adictiva en la que el individuo es empujado por un abrumador e incontrolable impulso de jugar y apostar”, afirma. Según Rosenthal (1992) se podría resumir en las siguientes características:
- Pérdida constante o parcial del control sobre el juego.
- Continua preocupación por el juego y por obtener dinero para jugar.
- Pensamientos irracionales sobre el juego.
- Persistencia en el juego a pesar de sus consecuencias negativas.
A nivel personal existen una serie de consecuencias que la persona puede sufrir al padecerla y a continuación se mencionan:
- Hay síntomas de dependencia, intolerancia y síndrome de abstinencia, similares a quienes son adictos a alguna sustancia.
- Existe un deseo e impulso emocional y físico muy fuerte que sólo se calma cuando se empieza a apostar.
- Cada vez necesitan más dinero y pasar más tiempo jugando.
- Hay irritabilidad e inquietud cuando no pueden jugar o cuando intentan controlarse.
- Jugar y conseguir dinero se convierte en su principal preocupación.
- Usan el juego para escapar de sus problemas.
- Ocultan o niegan que tienen una adicción.
- Ponen en riesgo las relaciones sociales, laborales o familiares por satisfacer su adicción.
CONSECUENCIAS A NIVEL FAMILIAR:
- Problemas emocionales y psicológicos en los miembros: cambios de humor, tristeza, irritabilidad, etc.
- Deterioro en la comunicación, educación de los hijos y relación de pareja.
- Problemas económicos y legales.
- Problemas laborales en adultos y académicos en los más jóvenes.
- Conflictos asociados al problema: violencia, discusiones, manipulación, etc.
- Aparición de otras adicciones para hacer más llevadera la enfermedad.
¿CÓMO PREVENIRLA CON NUESTRA FAMILIA?
- Lo primero que se debe hacer es dar el ejemplo. Si queremos evitar que nuestros hijos se involucren en este tipo de situaciones debemos enseñarles que no es correcto apostar y debemos evitar hacerlo, aunque sea de broma.
- Fortalece los canales de comunicación con tu familia. Hazles saber abiertamente que no estás de acuerdo con ese tipo de prácticas. Sea claro a la hora de comentar con ellos sobre el tema y pregunte a sus hijos que piensan sobre esa situación.
- Separa deporte y apuestas. Es de suma importancia hacerle ver a tus hijos que el deporte y las apuestas son cosas completamente distintas y que no es necesario apostar para disfrutar plenamente el deporte.
- Inculca valores financieros. El consumo responsable, el ahorro y la administración de la economía doméstica son valores que le pueden ayudar a prevenir que las personas de tu familia caigan en este tipo de situaciones.
PARA SALIR DE LA ENFERMEDAD
Lo más importante es reconocer que se tiene un problema y se debe buscar ayuda profesional calificada. Este tipo de enfermedades se caracteriza por una falta evidente de autocontrol, por lo que es extremadamente difícil salir de ellas sin apoyo, aunque existen casos donde lo han logrado. “El reconocer que no somos capaces de afrontar el problema solos ya es un avance notorio, pero debemos pasar a la acción. Si usted tiene o conoce a alguien que se encuentra inmerso en esta situación recuerde que no está sólo y que hay especialistas preparados para apoyarle a salir de ese círculo vicioso”, finalizó.
CONTACTO
- Psic. Adán Contreras Contreras.
- Psicólogo y Tallerista en LU-NA Espacio de Desarrollo Integral Humanista
- 2222 15 12 56