Más que un simple dolor de cabeza: la migraña

Esta enfermedad afecta a aproximadamente un 12.6 por ciento de la población

DR. MIGUEL FUENTES BLANCAS / Médico cirujano*

  · domingo 23 de septiembre de 2018

Foto: Especial

Es más que probable que cualquier persona presente dolores de cabeza, sin embargo, la migraña pasa de ser un simple y común dolor a una patología difícil y poco comprendida. Quienes la sufren son capaces de anticipar su aparición y, por supuesto, de diferenciarla de un dolor de cabeza común.

Si estás teniendo un dolor de cabeza terrible y nunca te había pasado es más que posible que no seas capaz de identificar si se trata de una migraña o de un dolor de cabeza común más intenso de lo habitual, por ello, te contamos qué es la migraña, qué particularidades tiene y en qué se diferencia de un dolor de cabeza común.

La migraña es una enfermedad del cerebro (o neurológica) que afecta a aproximadamente un 12.6 por ciento de la población, por lo que estamos hablando de que existen más de cinco millones de personas que padecen esta enfermedad en nuestro país, de los cuales 1.5 millones la sufren de forma crónica, es decir, experimentan dolor de cabeza más de 15 días al mes.

Además, es una enfermedad muy incapacitante. Más de un 70 por ciento de los pacientes con migraña presentan una discapacidad grave y un 14 por ciento, una discapacidad moderada. No es de extrañar, por lo tanto, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considere a la migraña como una de las diez principales causas de discapacidad.

La padecen principalmente las mujeres. Las migrañas o jaquecas pueden verse desencadenadas por diferentes factores, entre los que encontraríamos los siguientes:

* Algunos alimentos como el queso, el chocolate, el vino o el café, entre otros, tienden a estar asociados como desencadenantes de migrañas y jaquecas.

* Periodos de estrés o ansiedad: en un caso concreto, por ejemplo, tras una situación estresante o en la que alguien esté muy nervioso lo más probable es que acabe con jaqueca. Esto incluye hablar en público, ir a entrevistas de trabajo, el primer día en un nuevo trabajo, etc. Y es que el estrés, la ansiedad o las situaciones que resulten preocupantes o tensas pueden provocar un episodio.

* Dormir poco o tener cambios bruscos en nuestros patrones de sueño también puede influir.

* En el caso de las mujeres la menstruación puede ser un factor que desencadene un episodio de migrañas debido al descenso de estrógenos.

¿En qué se diferencia una migraña de un dolor de cabeza?

Las diferencias entre un dolor de cabeza normal y una migraña se encuentran en detalles que en un principio pueden parecer insignificantes pero que serán los que nos aclaren si lo que nos ocurre es una cosa o la otra.

* Duración del dolor: los dolores de cabeza normales tienen una duración variable si no se tratan, pero en general no suelen durar más de un día. Sin embargo, las migrañas o jaquecas tienen una duración que puede ser desde 4 horas o alargarse hasta incluso las 72 horas.

* El tipo de dolor: en un dolor de cabeza normal este puede involucrar toda la cabeza, mientras que en las migrañas el dolor suele centrarse en un sitio concreto o en una mitad, raramente en las dos. Además, el dolor de cabeza normal no es pulsátil, mientras que el de las jaquecas sí que lo es y resulta muy característico.

* Intensidad del dolor: es posible que un dolor de cabeza normal sea intenso y realmente molesto, pero en general no suele ser un dolor incapacitante. Las jaquecas, en cambio, tienen una alta intensidad y tienen a interferir o a incapacitar a la persona que lo sufre para llevar a cabo su actividad normal.

* En general las migrañas tienden a ser más duraderas, intensas, con menor respuesta a los analgésicos y con síntomas asociados como fotosensibilidad, náuseas o vómitos.

* Respuesta a los analgésicos: en general los dolores de cabeza normales suelen responder de manera adecuada a analgésicos relativamente suaves, como el paracetamol o el ibuprofeno. Sin embargo, las migrañas no suelen responder a este tipo de analgésicos y suele ser necesario reposo y medicación algo más fuerte.

* Síntomas asociados: el dolor de cabeza común suele aparecer sin síntomas asociados. Las migrañas, en cambio, pueden presentar síntomas añadidos como la sensibilidad a la luz o a los ruidos e incluso a los olores. Además, se puede presentar con náuseas y vómitos. En algunos casos las personas que las sufren pueden tener síntomas visuales o neurológicos de corta duración. En algunos casos los pacientes pueden presentar síntomas antes de la aparición de la jaqueca como euforia, bostezos, astenia o avidez por dulces.

A pesar de su prevalencia y de la discapacidad que provoca la migraña continúa siendo una enfermedad mal tratada y poco diagnosticada. Los neurólogos calculan que podrían existir más de un 40 por ciento de pacientes sin diagnosticar y que el 25 por ciento de los pacientes no ha consultado nunca su dolencia con el médico.

Por otra parte, cerca del 50 por ciento de los pacientes con migraña se automedica con analgésicos sin receta; solo un 17 por ciento utiliza una medicación correcta para el tratamiento sintomático de las crisis de migraña y aproximadamente un 25 por ciento de los pacientes que consulta por migraña necesita tratamiento preventivo, aunque solo un 5 por ciento lo recibe.

Asimismo, la adhesión al tratamiento por parte de los pacientes es baja: se estima que un 24 por ciento de los pacientes con migraña episódica y un 41 por ciento de los pacientes con migraña crónica no siguen su tratamiento de forma continua; por otro lado, un 53 por ciento de los pacientes que consulta con un médico abandonan el seguimiento.

Es verdad que la migraña es una enfermedad de difícil manejo, que precisa realizar de forma frecuente ajustes en el tratamiento y de la que es necesario realizar un seguimiento de forma adecuada. Sin embargo, las altas cifras a las que nos enfrentamos cuando hablamos de automedicación, falta de diagnóstico, utilización errónea de los tratamientos, etc. son factores que hacen que cada año un 3 por ciento de los pacientes con migraña cronifiquen su enfermedad y que un 6 por ciento pase de tener una migraña episódica de baja frecuencia a una de alta frecuencia.

Si ya de por sí la migraña tiene un alto coste socio-sanitario (solo en absentismo y pérdida de productividad), aún lo es más cuando hablamos de pacientes con migraña crónica. Estos últimos consumen cuatro veces más recursos que los pacientes con migraña episódica, consultan dos veces más al médico de primer contacto y tres veces más al neurólogo o experto en cefaleas.

REPERCUSIÓN SOCIAL Y LABORAL

Estamos, por tanto, ante una enfermedad que debe ser tomada en serio tanto por parte de la comunidad sanitaria como por los pacientes. Tradicionalmente a la migraña no se le ha dado la importancia que realmente merece: es mucho más que un simple dolor de cabeza, es una enfermedad crónica con gran repercusión social y laboral y que puede presentar complicaciones en su evolución y manejo realmente serios.

* Titular de Cirugía

Ambulatoria IMSS UMAA.

Máster en Patología

Mamaria y Senología

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